Han pasado ya unos meses desde que Guardiola se puso al mando del equipo. Ha ido descubriendo uno por uno las cualidades, defectos, gustos y no gustos de todos sus jugadores, cuerpo técnico y gente cercana al club. La afición le ha respetado y le ha dado el tiempo necesitado y los jugadores al igual que los incondicionales sabían que necesitaba un tiempo para poner en marcha, el equipo más en forma de Europa y posiblemente del mundo entero.

No han sido nada fáciles las cosas para el de Sampedor, después de un año sabático disfrutando de todos los caprichos neoyorkinos. Se le avecinaba varias cosas, volver a demostrar el nivel mostrado con el F.C.Barcelona en Europa entera, superar o al menos igualar los títulos conseguidos por su antecesor Jupp Heynckhess y sobre todo y más difícil, mantener el hambre de ganar, el capricho de conseguir títulos, mantenerlos en activo, motivarlo y en esto el catalán es un experto.

Pasando por la charla con Schweni, líder del equipo, aparte es conocedor de la inteligencia de Lahm y
es por ello que lo utilice como multiusos, cada jornada, Lahm prueba un sitio diferente pero siempre cumple con creces el alemán. Contento como zurdo y rápido que es, lo ha ubicado al centro de la zaga debido a la lesión del alemán Badstuber también por otras razones como su amor a colocar siempre un zurdo en la zaga de central. Holjberg está disponiendo de minutos, Weiser disputó unos minutos el pasado martes frente al Plzen. Y toda la plantilla está siendo útil debido a las rotaciones de Pep, haciendo muchos puntos en el factor psicológico manteniendo a todos en forma. A día de hoy, el equipo sale de inicio con un 4-1-4-1 con Lahm como único pivote sujetando al equipo desde atrás. Muchas son las rotaciones, cambios de posaciones, estos famosos «Inventos Pep» que todos conocemos, pero él es un perfeccionista y un loco del buen fútbol y mejorar este Bayern lleva un tiempo.

Empezó el campeonato doméstico y con ello la Supercopa Alemana y las competiciones europeas. Perdió la Supercopa por 4-2 frente al eterno rival, los de Kloop. En Agosto, empato también contra el Friburgo ya que en los minutos finales, el equipo local puso el empate en el marcador, la Supercopa de Europa fue conquistada por los bávaros pero tampoco dejo buenas sensaciones del equipo y de lo que era capaz Guardiola. Pero todos conocemos a Pep y sus comienzos, -el Hércules ganando en el Camp Nou en la primera jornada- pero también sabemos que cuando comienza no para. Empezó y no paró, llevamos 11 jornadas disputadas en la Bundesliga y en el Allianz Arena, el equipo solo conoce la victoria. Fuera de casa, apartando el empate frente al Friburgo solo ha empatado una vez más frente al Leverkusen en un partido que el balón no quiso entrar y donde los bávaros pasaron por encima. Hemos tenido destellos del Bayern el año pasado entre victoria y victoria, como partidos a destacar el 0-4 en Gelserkinchen y sobretodo el partido en el Etihad Stadium. Marcador de 1-3 y baño y entrega del equipo, recordó en muchos tramos a ese tanque que el año pasado arrasaba por donde pisaba. Cierto es que este año, los partidos grandes los saca con facilidad mientras que los pequeños le esta costando sacarlos adelante, en muchas ocasiones durante este año ha empezado por detrás en el marcador.


Pep intenta sacar el jugo máximo pero mientras tanto hace lo que sabe, batir y batir récords. Lleva casi un año invicto en la Bundesliga, en el fortín alemán desde aquel empate allá por Diciembre frente al Leverkusen. Ha hecho el récord de puntos conseguidos en 11 jornadas, con 9 victorias y únicamente 2 empates. Y en competiciones europeas, lleva 9 partidos consecutivos conociendo única y exclusivamente la victoria igualando la racha del Gran Barça de 02/03. En Moscú, en la próxima jornada pueden superar el récord y eso a Pep le gusta, ya saben…»Cuando Guardiola arranca, no para»