Todavía quedan varios meses para que comience la ya tan esperada Copa del Mundo. Los aficionados al fútbol llevamos cuatro años esperando a que llegue el 12 de junio para vivir la cita mundialista, y aunque la espera promete ser larga, para hacer la espera mas amena, en la sección de Fútbol Nostálgico de «Yo sí se de fútbol» hemos decidido comenzar una serie de artículos donde repasaremos los once mejores y los mas importantes partidos de la historia de los Mundiales. ¿Por qué once y no el típico Top 10? Porque en el fútbol juegan once contra once y consideramos que el once es el número mágico de este deporte. Así que sin mas dilación comencemos con el primer partido de nuestro Top mundialista. (Nota: En el Top no aparecerán partidos del Mundial 2010 por no ser lo suficiente nostálgicos para aparecer en esta sección.) 
Nº11: Mundial 1930, Final: Uruguay 4 – 2 Argentina. 
mundial de fútbol

 

Realmente este partido solo aparece en nuestra lista por ser la primera final de un Mundial de la historia y por tanto lo que reserva, ya que este primer Mundial no tuvo el nivel de las ediciones posteriores. En esta primera edición apenas participaron trece equipos de los cuales solo eran europeos y americanos. En este primera edición tampoco participaron los creadores del fútbol, los ingleses, ya que los británicos se encontraban fuera de la FIFA en aquel entonces. Austria, Hungría, Alemania, Suiza y Checoslovaquia (que por aquel entonces tenían todos un buen prestigio futbolístico) rechazaron viajar hasta a Uruguay. Francia, Yugoslavia y Bélgica aceptaron participar a regañadientes, mientras que Rumanía lo hizo por orden de su propio rey, el cual fue siempre un defensor del deporte rumano y que llegó a exigir a las empresas en donde los jugadores trabajaban que diesen vacaciones a estos para que pudieran jugar el torneo. Es fácil observar que el primer Mundial se caracterizó por se un auténtico caos en su organización. A pesar de lo comentado el Mundial recaló en los aficionados y el torneo si vivió con gran pasión en Uruguay….y en Argentina. 

Uruguay era indudablemente la favorita para ganar la primera edición. Su condición de bicampeona olímpica en el 24 y en el 28, y el ser el país anfitrión eran motivos de peso para pensar en un triunfo uruguayo, y así ocurrió. Sin embargo sus vecinos argentinos insistieron en dar guerra y se plantaron en la final tras ganar todos sus partidos, inluido un set a uno a Estados Unidos en las semifinales. La euforia se desató en Buenos Aires y hasta diez barcos de Dieguitos y Mafaldas (como diría Sabina) llegaron hasta Montevideo para ver a Argentina jugar la gran final. A dos horas antes de jugarse el encuentro el estadio ya estaba lleno. De las 100.000 localidades que había disponibles solo se vendieron 90.000 (que seguro que entraron mas) por evidentes motivos de seguridad. Los aficionados argentinos fueron cacheados en los muelles, el árbitro exigió escolta para él y sus asitentes,….Realmente es difícil encontrar partidos con un ambiente como este. Para colmo antes del partido ambas selecciones tuvieron una disputa de sobre cual debía de ser el balón del partido. Por aquel entonces el reglamento no recogía este tipo de cosas y ambos equipos pidieron jugar con su pelota. Finalmente se tomó una decisión salomónica y aparte de sortearse el campo y el saque con el habitual lanzamiento de moneda también se sorteo con que balón se jugaría el partido. El sorteo lo ganó Argentina la cual demostró con su derrota que dicha pelea fue basicamente una estupidez.

El partido comenzó y los doce minutos Pablo Dorado puso por delante a Uruguay. Sin embargo los anfitriones se irían perdiendo sorprendentemente al descanso. Peucelle igualó el choque, y al borde del descanso Stabile marcaba el 1-2 en un protestado tanto en donde los uruguayos pedían fuera de juego. El pitido del árbitro volvió a sonar y la segunda parte comenzó. Empujado por su público Uruguay salió al ataque y en el minuto 55 Pedro Cea logró el empate. Uruguay lograría dar la vuelta al marcador de forma definitiva al partido en el 65 con el el tanto de Santos Iriarte. En los últimos instantes, con una Argentina volcada, Anselmo logró el definitivo 4-2 y hacer así a Uruguay la primera campeona del Mundo.

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