Desde aquel 19 de agosto de 2007 que metiera su primer gol (precisamente contra el Chelsea) y desde su debut unos días antes frente al Aston Villa después de salir del Atlético de Madrid, la trayectoria en Inglaterra de Fernando Torres se ha ido pintando de todos los colores habidos y por haber. De la gloria a la sospecha; de la sospecha al ostracismo; del ostracismo a la resurrección.

Contra el Hull City en el KC Stadium saltó al campo para celebrar su partido número 200 en la Premier League (102 con el Liverpool y 98 con los blues) y lo hizo, además, marcando el tanto que cerraba el partido para los de Mourinho.
Puede que a Torres le pesaran los más de 58 millones que Abramóvich pagó por él (en aquel momento el sexto traspaso más caro de la historia y el traspaso más caro de un español, seguido de Mendieta y Villa y, precisamente, de él mismo cuando el Liverpool pagó 36 millones al Atlético de Madrid).
A Torres le costó arrancar con el Chelsea. Demasiado. En su primera temporada jugó 14 partidos y marcó un sólo tanto en liga (contra el West Ham tras asistencia de Anelka). Fueron 32 partidos en la segunda temporada (6 goles) y 36 en la tercera (8 goles). Este año ya suma 16 partidos y aunque no está siendo la temporada de los delanteros para el Chelsea, Fernando ya lleva 4 goles: anotó en la magnífica victoria contra el Manchester City; abrió el marcador contra el Crystal Palace y también abrió la lata para la victoria 0-3 contra el Southampton de Pochettino.

El día que Torres se puso a 200, ya era un hecho el fichaje del técnico español Pepe Mel por el West Bromwich Albion. Destituído del Betis a finales de diciembre, el técnico ya había viajado para ponerse en contacto con la gente del West Brom y, finalmente, se consumaba su fichaje, sustituyendo así a Steve Clarke.
El español ficha por el WBA por 18 meses y estará asistido por Keith Downing (como segundo) y Dean Kiely (entrenador de porteros).
Pero claro, la sensación para los aficionados no estaba en Pepe sino en su hija, Iris Mel, que desde luego ha despertado aplausos, ovaciones, piropos y demás y a la que, seguro, no le van a faltar guías turísticos y admiradores en su nuevo destino. Los Baggies, en ese aspecto, están de enhorabuena.
Ahora bien, en el plano deportivo Pepe Mel tendrá trabajo por delante, ya que el West Brom coquetea peligrosamente con la zona de descenso: es 14º con 21 puntos. Tras sumar una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas en liga (Newcastle, Manchester City, Norwich y Cardiff), los Baggies lograron sacar tres empates (Hull, Tottenham y West Ham) hasta su última victoria, por el momento, contra el Newcastle.

Y el día que Torres se puso a 200 (más bien el fin de semana que Torres se puso a 200), había otro español. Álvaro Negredo volvía a demostrar que está en un estado de forma increíble marcando su noveno gol en la victoria del City 0-2 contra el Newcastle de Alan Pardew. 
En un partido que no estuvo falto de polémica (hubo un gol anulado por fuera de juego), Mbiwa se cargó a Nasri y Pardew se volvió loco contra todo el mundo. Uno de sus principales objetivos fue Manuel Pellegrini, al que le dijo de todo menos guapo. Más tarde pidió perdón por el calentón. Rectificar es de sabios, Pardew.

La jornada en la que Torres se puso a 200 se cerró con otra victoria del Arsenal.  Esta vez la víctima fue el Aston Villa, que no gana al Arsenal desde diciembre de 1998. Los gunners controlaron muy bien el partido, teniendo una posesión brutal, con algunas pérdidas e imprecisiones que no pasaron a mayores porque tiene al equipo en estado de gracia. Principalmente Wilshere y Giroud (los goleadores) que en un minuto pusieron Villa Park patas arriba. Ahora bien, un error hizo que Benteke volviera a marcar un gol desde el mes de septiembre y el Villa metió (o intentó meter) el miedo en el cuerpo a los de Wenger. Demasiado riesgo después de controlar el partido de esa manera tan aplastante pero victoria final. El Arsenal vuelve al primer puesto.

Álvaro Ramírez
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