La temporada pasada la gran revelación de la Champions fue sin ninguna duda el Borrussia de Dortmünd que contra todo pronóstico llegó hasta la final de la Champions venciendo por el camino al Real Madrid con un contundente 4-1 en Alemania para terminar cayendo en la final contra el BAyern de Munich en el último minuto.
En verano, los de Klopp consiguieron mantener el bloque, tan solo vendieron a Mario Götze por 38Millones, pero a su máximo rival, el Bayern de Munich.
Aun pese a mantener el bloque está temporada no está siendo igual de buena para los de amarillo y negro, las lesiones se han cebado y aunque poco a poco la enfermería se está vaciando a Klopp le ha sido muy complicado alinear a su once ideal más de dos jornadas seguidas. Este problema se ha visto agravado sobre todo en la defensa, la cual durante muchos partidos ha sido completamente experimental.
Por todo esto este año el Borussia se encuentra muy descolgado de la cabeza de la Bundesliga, y eso que solo estamos a mitad de temporada, y no parece que en la segunda mitad de la temporada, si no media un milagro, esta situación cambie.
En Champions sin embargo el panorama es muy diferente, consiguió clasificarse para las eliminatorias en un grupo complicadísimo dejando por el camino al Nápoles, y poniendo contra las cuerdas al Arsenal. Los octavos de final le enfrentarán con el Zenit de San Petersburgo, un rival a priori asequible.
Una vez descolgados de la lucha por la Bundesliga pero con la clasificación Champions casi asegurada y enfrentándose contra un rival asequible en octavos todo parece indicar que los discípulos de Klopp podrán repetir su buen papel en Champions.
Como ya comprobaron muchos equipos, entre ellos el Real Madrid, el Borussia tiene una gran capacidad de superar las eliminatorias y de adaptarse a las condiciones de los jugadores que el rival alinea al mismo tiempo que maximiza su rendimiento.
Cuando el equipo contrario maneja la peltoa, se repliegan y buscan la contra con sus rapidísimos extremos (Reus, Kuba, Aubameyang) y los balones alrgos a su gran estrella Lewnadowsky. Cuando ellos deben llevar la iniciativa del balón lo hacen bastante bien, que se lo pregunten a Gündogan.

Por todo ello, no parece ilógico suponer que si las lesiones respetan a los alemanes y si en el camino no se cruza el Bayern, su bestia negra, estarán en posición de volver a hacer un papel igual de bueno o incluso mejor al del año pasado.