Parecía que se había enterrado el hacha de guerra en torno a la portería del Real Madrid pero el récord de imbatibilidad de Casillas ha vuelto a reabrir el debate: ¿Iker o Diego? Hasta la fecha, Ancelotti se ha mantenido fiel a su idea de principio de temporada. La Liga para Diego López y la Copa y la Champions para Casillas. Lo cierto es que le pese a quien le pese, al técnico transalpino no le está saliendo nada mal la propuesta. Porque de esa extrema competencia bajo palos se está beneficiando el conjunto merengue.
En el campeonato doméstico, el guardameta gallego ha estado poco menos que impecable. Sí, casi impecable. Por muy pretencioso que se quiera ser, no se le pueden poner peros a su trayectoria. Muchos son los que están esperando un fallo suyo para ‘matarlo’ pero éste sigue sin llegar y pese a la presión externa, Diego sigue ganándose el puesto domingo a domingo. El lucense ha hecho 55 paradas en Liga, más que Courtouis y más que Valdés por poner dos ejemplos.
Más complicado lo tenía el capitán para demostrar que está en el punto óptimo de forma pero en los últimos dos meses lo ha conseguido. Los 592 minutos que lleva sin encajar goles entre Copa y Champions avalan a Iker pero el problema es que Diego continúa sin fallar (aún no ha encajado ningún gol en los tres partidos disputados en 2014). Entonces…
Desde que debutara con apenas 17 años, a Casillas siempre le ha rodeado un aura mágica. Sus paradas imposibles, y no solo la volea de Zidane, dieron la novena al Madrid hace 12 años. A partir de entonces y hasta la fecha siempre se ha mantenido como uno de los mejores porteros del planeta. Concretamente la IFFHS le ha nombrado el mejor del mundo en cinco ocasiones (2008, 2009, 2010, 2011 y 2012). Esa estrella que él tiene valió entre otras cosas para que la selección española consiguiera la suya en Suráfrica, además de dos Eurocopas consecutivas y otro buen puñado de títulos con su club de toda la vida.
Pero todo eso no le valió a Iker para convencer a Mourinho, que a mitad de la temporada pasada se lo cargó en favor de Adán primero y Diego López después. Aquello tuvo su parte extradeportivo y con Ancelotti (borrón y cuenta nueva) todo hacía pensar que Casillas volvería a tener continuidad. Pero no ha sido así. Y Carletto no es tonto. Evidentemente no va a tirar piedras sobre su propio tejado y si ha apostado por Diego López para la Liga es porque se siente seguro con el gallego bajo palos. Y esto es así porque el gallego ha demostrado ser capaz de realizar las paradas que hacía Casillas pero ofreciendo además mucha más seguridad por alto. Eso fue lo que siempre se le achacó a Iker y es precisamente la virtud que tiene el cancerbero lucense frente a su competidor mostoleño. Lo bueno es que los dos porteros están a nivel bestial y el problema, bendito problema dicho sea de paso, lo tiene Ancelotti. La pelota está en su tejado.