Oía antes del partido a varios analistas decir que el Madrid tenía individualidades pero el Atlético era más equipo, estaba más trabajado. Mentira. ¿Los pases de Di María son individualidades? ¿Y los desmarques de Jesé? ¿Y que Pepe se sume al ataque ocupando de forma preestablecida los pocos espacios dejados por un Atleti encerrado? ¿Y supongo que será individualidad la forma de controlar el tempo del partido de Xabi Alonso y Modric? Incluso el partidazo de Sergio Ramos y Pepe en el eje de la zaga fue individualidad… Error.
Tal vez el problema era que el Madrid no había demostrado lo equipo que puede llegar a ser hasta el pasado miércoles. Ahora ya sabemos de lo que es capaz. Por como vinieron los goles, cuestión de fortuna dirán algunos. Craso error. La suerte la tiene el que la busca y en la ida de la semis solo hubo un equipo que propuso fútbol, el Real Madrid. De los rojiblancos solo recuerdo un cabezazo de Arda en el primer tiempo y un córner rematado por Godín en el segundo. Lo demás, fue de color blanco nuclear.
El 3-0 resultó ser la ópera prima de Ancelotti. Quizá el mejor partido de la temporada y al fin, un buen papel ante un rival grande. El técnico italiano no se arrugó y puso en liza un once súper ofensivo. Nada de trivotes, nada de Illarramendis por si el Atleti apretaba. No. Puso su mejor alineación posible, en la que confía para los partidos fáciles y ahora también para los difíciles. El que sí se achantó fue Simeone, sin recursos para cambiar el devenir de un enfrentamiento que se jugó en una sola dirección. Los colchoneros apenas hilvanaron tres pases seguidos y fueron sobrepasados en intensidad (su principal argumento). Se limitaron a intentar minimizar daños y la sensación era que al Cholo le valía el 1-0. El Atleti solo intentó (porque tampoco lo consiguió) echarse arriba tras el 2-0 de Jesé pero era demasiado tarde porque el Madrid estaba en pura efervescencia.
Al margen de la guerra de guerrillas que se libró entre madridistas y ­­colchoneros -el único lunar de un encuentro espectacular-, la superioridad del conjunto vikingo fue insultante. Ni siquiera necesitó de la inspiración de su máxima estrella para descoser por completo a su vecino del Manzanares. Ronaldo estuvo gris y quitando a Benzema, que no se enteró de qué iba la cosa, el resto de los jugadores blancos estuvieron pletóricos. Aunque sin lugar a dudas son tres los futbolistas que salen más reforzados del derbi ante el Atlético. Son Jesé, Di María y Ramos.
Ramos. Mucho se ha criticado al central sevillano esta campaña, y con razón, pero desde 2014 ha alcanzado su máximo apogeo. Espectacular por tierra, mar y aire, no dejó fisuras atrás y contribuyó por cierto a ampliar el récord de imbatibilidad (ya van 722 minutos) de Casillas.
Di María. Qué vueltas da la vida. Aquél gesto ante el Celta parecía su tumba pero Ancelotti supo gestionarlo y ya es agua pasada. El argentino ha sabido reciclarse y jugando en un sitio que no es el suyo se ha hecho imprescindible. Él se agiganta desde el sacrificio y la presión. Después su inagotable talento hace el resto. Desde la posición de volante facilita las transiciones pero no solo eso, sus asistencias desgarran a las defensas contrarias, tiene disparo lejano y resulta imprevisible. El Bernabéu acabó a sus pies tras marcar un gol y dar dos asistencias. 

Jesé. La cuenta atrás para verle en el once de forma habitual empezó hace tiempo. Despacito pero con buena letra, el canario sigue mostrando su amplio repertorio. Ha marcado en el Camp Nou, Mestalla, San Mamés y al Atleti, plazas mayores reservadas para unos pocos elegidos. El 2-0 vino gracias a un desmarque formidable atravesando toda la defensa. Como Benzema y Bale no espabilen, el canterano será titular en menos que canta un gallo.
En definitiva el 3-0 de la ida deja al Madrid con pie y medio en la final de la Copa del Rey más aún teniendo en cuenta que el Atleti intentará remontar sin Diego Costa. Aunque lo más importante no es eso sino la dimensión alcanzada por el equipo blanco. Estamos entrando en la fase decisiva de las tres competiciones y si el Madrid mantiene el nivel ofrecido el miércoles será candidato a ganarlo todo.