El Sevilla no pasa por su mejor momento, es evidente. Después de un magnífico final de la primera vuelta, esta segunda no está siendo demasiado prometedora , y ya encadena tres derrotas consecutivas. Esto hace dudar a la parroquia sevillista si el juego mostrado en las últimas semanas por el conjunto de Unai Emery es el adecuado para este equipo, que parece que se le acaban los recursos, y le tienen cogida la medida. El último partido, contra el Barça, no pudo aguantar el resultado favorable que les daba el tanto de Alberto Moreno y acabó encajando una goleada . Aquí, igual que en muchas otras jornadas anteriores, se pudieron ver varios problemas que tienen que solucionar.
El equipo practica un juego sencillo, pero efectivo en muchas ocasiones. Juego interior, rápido, de precisión y toque. Directo, contando gracias a ello con numerosas ocasiones. Intención de jugar bien la pelota y con criterio, todo ello comandado por un inconmensurable Rakitic. ¿Cuál es el problema? Bueno, pues no es uno, si no varios. Para empezar, depende demasiado del estado de forma del croata, que como tenga un mal día, cosa poco frecuente, este Sevilla es un barco a la deriva. Además, lo está jugando todo, y acabará pasando factura. Lo siguiente es la falta de gol. Bacca es un magnífico delantero, pero no puede meter siempre uno o dos goles por partido. Él y Rakitic monopolizan las dianas, y no hay muchos jugadores más que se encarguen de ello, algo que se les podría exigir a hombres como Vitolo o Reyes. Otro problema a destacar es la fragilidad defensiva. La zaga está siendo un auténtico coladero, debido en parte a las subidas constantes de los laterales, que dejan muchos espacios en la retaguardia. Fazio necesita también un compañero de baile, otro central de garantías, ya que ninguno de sus compañeros está dando el nivel exigido. A lo mejor ahora se acuerdan de Botía, cedido en el Elche. Por último la portería. La irregularidad de Beto. Una auténtica incógnita la actuación que protagonizará el arquero luso del conjunto hispalense. Bastante flojo esta campaña.
A esto se le suma la marcha de hasta cinco jugadores en el mercado invernal, y la llegada de ninguno. Otros que están, pero como si no, y estos de poca ayuda sirven, la verdad. Para finalizar, hombres como Jairo que han demostrado que puede aportar bastante, no cuentan con la confianza suficiente del míster. La escasez en el fondo de armario de los de Nervión es uno de los grandes problemas que tiene que hacer frente Emery y racionar a los jugadores sabiamente. Tarea que se antoja complicada, aunque no imposible.
En mi opinión, no creo que deban cambiar el estilo de juego. Si ajustarlo y encajarlo de acuerdo con sus necesidades y exigencias. Fortalecer el trabajo defensivo y empezar a trabajar un poco más la intensidad, que escasea en muchos jugadores. Que los que estaban llamados a ser importantes empiecen a asumir su rol en el equipo, y entre todos levanten a este Sevilla. Con los objetivos puestos en lograr una plaza europea, toca mirar hacia arriba y dar el máximo en cada partido para volver a brillar, y de nuevo llenar de gloria y orgullo la capital andaluza.
Por Alex Campos
Twitter: @alexamps