Lleva hablándose desde principio de temporada sobre “hasta dónde iba a aguantar el Atlético” el ritmo clasificatorio de Real Madrid y Barcelona. Y de si la plantilla era suficientemente amplia para aguantar en tres competiciones, Champions League incluida. Y los comentarios se han acentuado desde mediados de Diciembre, momento desde el cual el Atlético está atravesando un bache físico y/o creativo que le ha llevado a no competir como viene siendo habitual.

El caso es que, a 20 de febrero el Atlético co-lidera la Liga, ha caído en las semifinales de la Copa del Rey y ha obtenido un gran resultado en la ida de los octavos de final de la Champions (victoria por o a 1 en San Siro, ante un Milan cierto es que bastante venido a menos).

Estos resultados podrían hacernos pensar que el Atlético sí que tiene banquillo. Pues bien, desde mi punto de vista, la respuesta es negativa. El Atlético tiene un esquema de juego, una intensidad y una extra-motivación psicológica (todo ello, originado en y alimentado por el cuerpo técnico) que hace que sea muy complicado de ganar por cualquier rival. Si a esto añadimos que en el equipo titular tiene 4 o 5 grandes jugadores (y 1 o 2 cracks), el resultado es el que estamos viendo hace dos años.

Banquillo atlético en el duelo de la Copa antes el Valencia el pasado mes de enero (Fuente: www.as.com)


Como dice Simeone, una de las principales características del equipo es que “sabe potenciar sus virtudes y esconder sus defectos”. Y esto es cierto que es así cuando juega el equipo teóricamente titular o cuando se hacen uno o dos cambios. Pero, cuando se empiezan a cambiar más jugadores, la diferencia se nota mucho.
Especialmente en algunas posiciones, donde la diferencia entre el teórico titular y el teórico suplente es demasiado grande. 

Y esta parece ser también la idea del cuerpo técnico que, aunque es poco amigo de rotar, hay jugadores que no rota (casi) nunca, a saber, Courtois, los laterales (Juanfran y Filipe Luis), Gabi y Diego Costa. Con Filipe Luis y con Courtois se ha visto claro en las últimas semanas, en que han estado convalecientes de sendas lesiones. Cierto es que ambos están entre los mejores del mundo en su posición pero la diferencia con sus reemplazos es mucho mayor que en otros equipos con los que está compitiendo el Atlético de igual a igual.

Y, afortunadamente, con Gabi y Diego Costa no hemos tenido apenas oportunidades de comprobarlo, han jugado casi todo. Pero en los dos, fundamentalmente, reside la intensidad del equipo. Y este Atlético, sin intensidad, no es (casi) nada.

Si la diferencia con Real Madrid y Barcelona ya es muy grande si comparamos equipos titulares, si comparamos plantillas, ya es abismal. Teniendo en cuenta esto y como hemos dicho ya varias veces, lo de Simeone y este Atlético es un milagro domingo tras domingo.

@mattletisier