“The hardest part of moving forward is not looking back” AHORA Y SIEMPRE ¡HALA MADRID! (ALVARO ARBELOA)
Batacazo terriblemente doloroso el de ayer. Cuando más alto subes más duele la caída. Eso paso ayer. Antes del clásico se hablaba de exhibiciones, de goleadas , de un equipo feliz y unido e incluso de ganar tripletes. El Real Madrid se merecía un reconocimiento, por sus 31 partidos sin perder, pos su pase a cuartos completamente brillante, por su remontada en la liga, pero quizás se ha llegado al extremo. Se ha laureado de manera exagerada a un Real Madrid que aún le quedaba por demostrar.
Los madridistas nos dividimos entre un doble sentimiento: decepción y orgullo.
Decepciónque empezó en el clásico. Una oportunidad de oro para descartar completamente de la lucha al FC Barcelona, y no decepción por perder contra ellos si no por cómo se perdió. Un mal planteamiento dentro del campo, falta de una presión correcta, pasividad en las zonas de creación del Barcelona, poca intensidad, poca mordiente y un poco acertado y mal asignado Undiano. Aún así el conjunto blanco se adelanto en el marcador hasta en dos ocasiones y se pudo ir al descanso con dos o tres goles de diferencia con las ocasiones de Benzema. A pesar de todo esto el Real Madrid no supo retener esa victoria, no supo retener ni el empate mostrando su peor cara defensiva. Falto coraje, falto orgullo y falto creérselo. En definitiva falto competitividad. La ausencia de esta, que el Real Madrid lleva acarreando durante toda la temporada. A muchos nos recordó al Madrid de antes, al de antes del que pasará Jose Mourhino por él, a un Madrid que sin ser inferior se siente inferior.
Perder un clásico, siempre puede pasar, perderlo en esas circunstancias y que eso conlleve revivir al peor Barcelona de los últimos años, es lo que nos hace decepcionarnos. Porque si se puede, si se podía. Porque nos dicen hay que creer, pero y el equipo ¿cree?. Muchos nos planteamos esta cuestión.
Ayer paso lo peor que podía pasar, segunda derrota consecutiva contra el Sevilla. Parece que la frustración y el daño psicológico del clásico no solo lo vivimos los aficionados. Un Real Madrid al que la mala suerte en la primera parte le condenó en un partido que les hizo marchitarse. La segunda parte para mí no tiene explicación. Todos, jugadores y técnico sabían que este partido lo tenían que ganar por la gente principalmente. Por esa que fue a recibirlos cuando el autobús llegaba al Bernabéu como si el partido fuera una final. Apoyando desde el principio, sabiendo que ese partido valía una liga, una liga y reparar el daño que la gente del Real Madrid sufrió el año pasado. Era una recompensa a los que seguimos creyendo. A los que nunca hemos dejado de creer. Una recompensa que nunca llego. Aún así el equipo salto al terreno de juego en la segunda parte desconcertado. Sin ocasionesy sin ímpetu de crearlas, sin intensidad, sin garra, como si no se jugarán nada. ¿Los motivos? ¿Miedo? ¿Inseguridad? ¿Frustración? No me puedo ni tan siquiera imaginar que pasaba por sus cabezas, ni la de ellos ni la de Ancelotti. Sin capacidad para reaccionar, ni los unos ni el otro. Sí puedo describir lo que sentí yo, y seguro que muchos madridistas. Cansancio, impotencia, rabia por ver que la liga se va en tres días. Cuando estás en lo alto y caes por un acantilado. Esa sensación de vacío. La vida como el fútbol es así. Por eso es tan maravilloso, porque duele y alegra con la misma fuerza.
Este análisis carece de frialdad. No la he conseguido desde el domingo. Se escapa de mi mente entender los últimos acontecimientos, pero ayer más que nunca todos los madridistas supimos que somos del Real Madrid y que a pesar de estos reveses cuando peor estamos más orgullosos nos sentimos.
Orgullo. Orgullo de ser madridista. De tener este escudo a fuego en la piel. Ahora eso es lo que hay que sacar EL ORGULLO. No es un tópico que el Real Madrid lucha hasta el final y que las adversidades lo hacen fuerte. Lo vimos contra el Dortmunt afición y equipo unidos en sus horas más bajas por una remontada imposible. Así será ahora. Que no nos den por muertos porque no lo estamos. Aunque la liga se nos pone mucho mas cuesta arriba que a Atleti y Barcelona, nosotros tenemos algo que ellos nunca tendrán: lucha.Creer hasta el final. Seguimos en este barco y remamos juntos.
“Believe you can and you’re half away there” HALA MADRID!! (ALVARO ARBELOA)
Fotos (lasexta.com)
Miriam Olivas