Nº6: Mundial 1982, final, Italia 3 – 1 Alemania. 

Como ya comentamos en el artículo referido al Italia-Brasil, que los italianos salieran campeones parecía impensable, muy improbable tras su floja primera fase, pero finalmente fue un campeón espléndidamente apropiado. Tras salir victoriosa contra todo pronóstico en la segunda fase tras dejar en la cuneta a Brasil y Argentina, Italia vencería en Barcelona con dos goles de Rossi a Polonia, mientras que Alemania vencía a Francia en un partido de leyenda y que veremos también en otra edición. 

 

 

 

Para esta final, y visto como Italia había planteado los anteriores partidos, Alemania presentó un equipo físico, pero a la vez negativo y demasiado reservón. Alemania quiso ganar a Italia a base de su propia medicina pero a cambio de sacrificar su propio ADN futbolístico. Así, como era de esperar, vimos una espantosa primera parte con ambos equipos limitándose a evitar que el rival pudiese jugar, pero donde Italia parecía estar mas cómoda. El mal estado de forma de Rummenigge hizo que el marcaje de Bergomi sobre él fuera excesivamente fácil, mientras que Litbarrski iba a ser la víctima de Gentile esa tarde. Además, Italia logró la única ocasión clara del primer tiempo que fue nada mas y nada menos que un penalti señalado a Briegel por derribar a Conti dentro del área, y que Cabrini quiso ajustar demasiado al poste que se fue fuera. Finalmente se llegó al descanso y la situación cambió drásticamente. Mientras Italia seguía mentalmente entera después de haber desperdiciado una buena ocasión para irse ganando, en el vestuario alemán se vivió una guerra interna según se cuenta, en donde los jugadores se recriminaban entre ellos y hasta al propio entrenador por alinear a Rummenigge sin estar al 100%. Visto esto no es de extrañar que el partido se acabara abriendo en favor de Italia a los 11 minutos de empezar el segundo tiempo.  

Una falta cometida por Rummenigge fue sacada por Tardelli a Gentile hacia la derecha. Gentile centro ante una defensa germana descolocada, y aunque Altobelli y Cabrini no llegaron a rematar, Rossi si que apareció en el segundo palo para anotar de cabeza. Era el momento de que Alemania se lanzase al ataque, pero Italia no se metió dentro del caparazón e intento aprovechar los huecos que una cada vez mas desesperada Alemania dejaba sobre el terreno de juego. Alemania consiguió llegar a la portería de Zoff con peligro en un par de ocasiones, primero Hrusbesch de cabeza, y posteriormente un disparo cruzado de Briegel. Cuatro minutos después de esta última parada llegaría el gol decisivo. Tras una recuperación de Conti en el campo italiano, Italia se lanzó el ataque, y tras una combinación entre el mismo Conti y Scirea, el balón le cayó a Tardelli que con un remate poco ortodoxo casi cayéndose, anotó el 2-0. El tercer gol comenzó de forma similar al segundo. Conti recupera el balón atrás, y el incansable futbolista italiano llevó la pelota hasta el área rival en donde se la dio a Altobelli, que con mucha sangre fría, batió a Scumacher para el 3-0. Finalmente una falta lanzada por Muller no logra ser despejada por Italia y Paul Breitner anota el gol de la consolación en el que una vez, fue su estadio.