“Después de mil y pico noches, sin nada que perder…” así comienza el temita de los Hombres G y así ha sido la temporada del Granada en las previas de los encuentros en Primera, concretamente desde la victoria titánica ante el Barcelona hace unas cuantas jornadas. Sin nada que perder y por tanto el equipo cayendo en la relajación, el desánimo, la apatía por jugar bien con el balón y lo más importante…la falta de victorias.
Pero como siempre, a última hora, como los estudiantes que “engullen literalmente” toda la lección en la noche antes del examen, el Granada dejó sus tareas de permanencia en Primera para la última jornada ante el Valladolid en Zorrilla. Para tener un final feliz, el Granada consiguió la tan ansiada permanencia en Primera por cuarto año consecutivo al derrotar 0-1 al Valladolid y mandarlo al infierno de Segunda. Quizás a la hora de motivarse los jugadores en dicha vital cita de Zorrilla se hubieran puesto este temazo musical de los Hombres G, porque el equipo fue por fin eso mismo: un equipo. Y por ello la afición nazarí ya respira aliviada, ya ha pasado lo peor y ahora sólo queda mirar al futuro. Imagino que como un servidor todo aficionado al acabar el encuentro de Zorrilla y sonar el pitido final sólo pudo pensar en una cosa: “Me siento bien”.
Alcaraz por desgracia no lo ha pasado tan bien y por ello abandona el barco del Granada no sin antes declarar su amor por el equipo de su tierra a los cuatro vientos. Te deseamos lo mejor míster porque has logrado salvar a tu equipo hasta dos veces de la quema de Segunda. Pero ahora como dicen los G “Abro las cortinas, es un nuevo día”, el Granada afronta un nuevo amanecer, una nueva temporada con un posible entrenador sobre el frente y como siempre con los rumores del mercado de verano a la cabeza.
En cuanto al aficionado granadinista…cómo decirlo sencillamente… está “de puta madre, es un hombre feliz” porque ha descubierto que el sufrimiento de la permanencia del Granada es algo ya innato en él y por ello, no vale ya la pena complicarse porque como nos dicen nuestros Hombres G “ahora creo que sé por dónde quiero huir, el camino más corto, el secreto de vivir, ahora lo comprendo todo, ahora sé que sí”. Mi Granada es de Primera.
El Granada mira con fuerza al horizonte, respaldado por una estabilidad económica que le permite tener “un despertar, una luz especial…” o en otras palabras como dicen los Hombres G “es como un sueño pero real”. Sólo nos queda soñar para la próxima temporada porque el límite está en el cielo y “hoy siento que algo me hace flotar, como un milagro pero de verdad” porque mi Granada en Primera está.
Como aficionado del Granada en nombre todos…¡que sí joder!
“Me siento bien. Fenomenal”.