La Serie A es una competición histórica dentro del fútbol mundial, una liga llamativa donde las haya y que a pesar de tener sus altibajos siempre se ha mantenido entre la élite de este deporte que nos enamora a todos. Al definirla como histórica, no se nos ocurre mejor manera de relacionarla para nuestro especial «Fútbol & Cine» que hacerlo con la película «El Padrino».
 
La lucha por el poder que ha supuesto esta competición italiana desde sus inicios, allá por 1898, viene marcada hoy en día por la supremacía de una familia por encima del resto, como es la Juventus F.C. Aventaja en 12 títulos a los únicos que se acercan a sus 30 campeonatos, Inter y AC Milan, y su trayectoria viene siendo una fina línea cosechando éxitos pero alterada por los altibajos propios de una familia mafiosa como la de los Corleone. Igual que «Don Vito», la Juventus demuestra ser un líder por naturaleza, destacando entre los mejores de manera sobresaliente e inteligente.
 
La Serie A es capaz de pasar desapercibida durante años caracterizándose por fomentar un juego rácano y ramplón, pero sorprender de una temporada para otra con números espectaculares en goles e incluso juego. Capaz de llegar con dos equipos a la final de la Champions League y convertir a su selección en campeona Mundial, y a su vez pasar años sin que ninguno llegue demasiado lejos en competiciones continentales, o incluso que la familia de más renombre sea incapaz de superar la primera ronda como pasara este año con la Juventus. Eso transmite la Serie A, la inestabilidad propia de la vida de un mafioso.
 

Las luchas de poder son el denominador común en la Cosa Nostra, el objetivo que todas las familias tienen como es lógico. El título de Serie A también lo es, pero sólo unos pocos son capaces de estar a la altura del mismo. En el arduo camino hacia tal fin, negocios entre las propias «familias» como son los múltiples traspasos y cesiones que se hacen entre los mismos equipos italianos, algo que no pasa tanto en otras ligas, sospechas que se acrecentan paulatinamente sobre apuestas, sobornos y amaños de partido, como si de la propia mafia se tratara. Tan fiel a la realidad es todo este símil que nunca se nos olvidará la culminación de ese proceso «mafioso» que supuso el «Caso Moggi», y que es la representación más fiel de lo que ha llegado a ser la Serie A en ciertos aspectos. La ficción no se alejaba tanto de la realidad y en 2006 todo ello salió a la luz.


Igualmente, todo aquello supuso una mancha negra en la historia de esta competición que a muchos nos enamora y otros tantos aún han de descubrir, y yo prefiero ser de los que piensa que, como Don Corleone señala, «Un hombre que no pasa tiempo con su familia nunca puede ser un hombre de verdad». Es decir, quien no se interese de verdad por la Serie A, la conozca lo más cerca posible y simplemente se quede con los tópicos que la rodean, nunca llegará a ser un amante de ella.