El pasado martes en el José Zorrilla se jugaba una final, una de las cuatro que le quedaban por delante al Real Madrid para seguir manteniendo ese pulso en liga y ganar la Champions. Tras el varapalo del domingo frente al Valencia en el Santiago Bernabeú había que resarcirse ganar y ganar bien para mantener la esperanza de poder optar al título de liga. Un partido que los blancos no supieron hacer frente, quizás con Lisboa en la cabeza, quizás por el estado físico y mental de algunos jugadores, quizás por una cierta falta de actitud y de tensión competitiva, quizás porque en su cabeza sabían que la liga era cosa perdida, quizás por Ancelotti que no supo motivarlos para que siguieran luchando hasta el final o quizás por los cambios de este en el partido que ofrecieron poca solución y mucho problema instalando en el ambiente un cierto miedo como ya comentaba Jim en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Decepción, rabia y frustración entendible en todos los madridistas. No solo por el hecho de que esta liga se pone prácticamente imposible, sino por haber vuelto a dar vida a un Barcelona que ya estaba de vacaciones, pensando en futuros proyectos e ilusionando a la afición con un nuevo entrenador y nuevos fichajes ya que por su pésima temporada no han ilusionado a nadie sino todo lo contrario. El conjunto de Ancelotti no ha sabido aprovechar los momentos clave, los que le otorgaban los rivales para ganar la liga o para ponerse por encima de estos. Quien diga que la liga se perdió en 4 días tiene razón, pero no en estos últimos cuatro. La liga se perdió contra el Barcelona en el Santiago Bernabeu en un partido surrealista a todos los niveles en el que el Real Madrid no supo aguantar una remontada y el miedo le hizo dejarse llevar en un partido que no se podía escapar, con un Barcelona a 4 puntos que con esa victoria les situaría a 7 de un Real Madrid muy por encima del conjunto azulgrana. Se perdió ahí y con la posterior derrota contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuan. Lo posterior solo han sido caídas de Atlético y Barcelona que permitían al Real Madrid seguir creyendo y le daban opciones claras de alzarse campeón. Oportunidades que tampoco ha sabido aprovechar.
Entiendo todas las críticas merecidas al equipo tras estos dos partidos, pero no perdamos la perspectiva. El Real Madrid ha ganado ya el primer título de la temporada frente al equipo del Tata Martino y después de 12 años, si 12 años se ha situado en la final de la Champions League jugando unas semifinales que pasarán a la historia contra el Bayern de Pep Guardiola, frente al mejor equipo de Europa, vigente campeón de la Liga de Campeones. No es momento de lamentarse. Esta es nuestra mejor temporada desde hace 12 años. O ya no nos acordamos que hemos reclamado durante años,os lo recuerdo: la DÉCIMA. Cualquier madridista hubiera firmado este final de temporada en agosto. Cualquiera. ¿Hay algo mas sagrado para el madridista que poder volver a ver disputar al Real Madrid una final de la Champions? No hay nada por encima de eso y este equipo lo ha conseguido con brillantez, orgullo, sacrificio y sudor. No hay nada que reprocharle, nada que exigirle mas que en la final se dejen hasta la piel por conseguir ese sueño blanco que tanto nos merecemos y se merecen.
Ahora no es el momento de bajarse de un barco que ha conseguido tanto este año. Podía haber sido más si, pero lo más importante lo vamos a luchar el 24 de mayo. El desenlace de Liga y Champions puede ser trágico o glorioso. Pero no especulemos, confiemos en este equipo que nos ha llevado a la cima de Europa tras 12 años. Apoyémoslos y rememos juntos porque solo ellos pueden hacernos tocar el cielo de Europa.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.