Transcurría el mes de noviembre del 2012 cuando el Real Oviedo lanza un SOS, tan sólo había recaudado 59.000 euros en la primera fase de ampliación de capital, comenzó así el durísimo trabajo por parte del club, instituciones y afición con el fin de lograr el objetivo de la viabilidad de la entidad asturiana. El club carbayón, en la actualidad con 88 años de historia, y con unos 11.000 socios, atraviesa la peor década de su historia tanto en lo deportivo como económico, pero, el apoyo de la ciudad ha sido clave para la supervivencia de la sociedad tras años de gestión irresponsable.
Con un nuevo proyecto deportivo, el trabajo se centró en la cuarta ampliación de capital:se buscaban 4 millones de euros, de los cuales eran necesarios 2,5 para salvar de la disolución al club, ¿complicado?, la estrategia se basaba en lograr 300.000 euros de pequeños accionistas y que el resto llegara de un grupo inversor. Con todo, la venta de acciones no marchaba como se esperaba, es entonces cuando el alcalde de la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo, reunió a figuras importantes de diferentes sectores y retomó relaciones con el Gobierno asturiano seis años después de que se rompieran, unos y otros fueron los primeros en sumarse a la compra de acciones a título personal.
Surgió entonces el conocido periodista británico Sid Lowe, que vía Twitter realizó un llamamiento al que se sumaron los futbolistas Cazorla, Michu, Mata y Adrián. La avalancha de interés fue descomunal y al mensaje de auxilio a través de las redes sociales se sumaron otros reconocidos futbolistas como Ander Herrera o Morata y personalidades como Melendi o el gaitero escocés Fred Morrison. La plantilla se asoció al completo a la compra de acciones, ex futbolistas azules no quisieron fallar, todos predicaron con el ejemplo, tampoco faltaron a la cita otros clubes de la ciudad como el Oviedo Moderno de fútbol femenino, el Oviedo de rugbyo el Club Baloncesto de Oviedo.
A pesar de la avalancha de pequeños accionistas que pusieron su granito de arena (medio millón de euros en tan sólo una semana), la cifra seguía siendo insuficiente. Las miradas se trasladaban a los principales accionistas del club, sin embargo, ni unos ni otros estaban por la labor de participar en la ampliación. Por tanto, tocaba seguir buscando… a unos días de la finalización de la ampliación de capital, se anunciaba la llegada de varias aportaciones de última hora de unos 20.000 euros que prácticamente asegurarían la salvación del club. Es entonces cuandoaparecen los grandes, varios grupos interesados en la inversión. Pero sólo uno dio un paso al frente; Quique Pina (ex futbolista y empresario murciano) que ya había mostrado interés anteriormente y lo volvió a confirmar, reconociendo que daba la cuantía máxima de la ampliación (17 millones). El tiempo corría y Pina jugaba con esa ventaja buscando mejorescondiciones. A medida que se acercaba la hora y no obtenía respuesta el murciano prometió invertir hasta un millón de euros siempre que se le asegurase el control hasta 2015. El Ayuntamiento de Oviedo (máximo accionista por aquel entonces) aprobó dicha condición de ceder sus acciones, sin embargo hizo extensible el acuerdo al grupo que pusiera más dinero. Precisamente fue en los últimos momentos cuando progresó la negociación con el hombre más rico de la Tierra, Carlos Slim. Una vía que nació de una broma telefónica y que se mantuvo en secreto hasta el último instante, el magnate puso sobre la mesa 2 millones de euros y pasó a controlar la entidad, la felicidad era tal que la afición se reunió en el Nuevo Tartiere para festejarlo. El oviedismo lograba el sueño de subsistencia, pero también conseguía dotar al club de una estabilidad y unos recursos económicos que le permitirían encarar el desafío del ascenso a la Liga de Fútbol Profesional. ¡Volveremos!
@LaraFdez88