Sin duda alguna, el éxito de una selección u otra en este mundial no viene determinado por el juego más vistoso, si no por otros factores, entre los que destacan, sobre todo, la solidez defensiva utilizando tres centrales en una defensa de cinco jugadores, y la solvencia y capacidad goleadora de cara a portería.
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Si por algo se está caracterizando este Mundial de Brasil, es por ser el mundial de las sorpresas. A la actual campeona de Europa y del Mundo, España, se le ha unido en el desastroso honor de ser eliminadas en la primera fase otras dos campeonas del Mundo, Inglaterra e Italia, además de otras selecciones llamadas a hacer un buen papel como Croacia o Costa de Marfil.
En la otra punta de las sorpresas encontramos la clasificación para octavos de final de Costa Rica y Grecia. Los centroamericanos tienen el honor de haber eliminado a dos campeones del Mundo, mientras que los europeos se han pasado de ronda por primera vez en un mundial en el último suspiro.
Pero para comprender esta debacle de algunos y revelación de otros, hay que prestar atención a cómo han desarrollado su juego (técnicas, tácticas, estilo…).
Una de los sistemas que más se ha visto en este mundial es congregar en el 11 inicial a cinco defensas (tres centrales), utilizando además un doble pivote en las ayudas defensivas. Alineando también jugadores veloces (en muchas ocasiones por las bandas) que puedan montar una contra rápida. Todo ello apoyado también en una gran presión en la salida del balón del rival, sin dejarle jugar y obligando a tener que regalarlo. Este sistema fue el utilizado por Chile y Holanda en los partidos ante España, logrando un buen resultado.
Costa Rica, la gran revelación de este mundial, y México, también apostaron en sus primeros partidos por una defensa férrea apoyada en tres centrales. A los ‘ticos’ les sirvió para sorprender y derrotar a dos potencias como Italia y Uruguay. Algo similar ha ocurrido con la selección mexicana, que sólo ha cedido un empate ante Brasil. La solidez defensiva que han demostrado estos conjuntos (menos de un gol de media por partido) les ha permitido salir reforzados de la fase de grupos.
Por otro lado, el famoso 4-3-3 que tantos éxitos le concedió al Barcelona de Guardiola, ha sido elegido por varias campeonas del mundo como Brasil, Argentina o Francia. Los anfitriones no han brillado por juego, pero apoyados por la calidad de sus centrocampistas ofensivos y delanteros (sobre todo su estrella Neymar), han solventado de buena manera su pase a octavos de final. Por su parte, Argentina y Francia, comandadas por Messi y Benzema, respectivamente, han recurrido a su capacidad goleadora (más de dos goles por partido) para seguir adelante en el torneo.
Alemania es otra de las selecciones que ha formado con el 4-3-3, pero, a diferencia de las demás, practica con la variante de jugar sin un delantero puro, al más estilo falso ‘9’. Los alemanes, pese a esta variación, han logrado un gran número de goles en este mundial, destacando el 4-0 que endosaron a Portugal en la primera jornada.
Además de estos sistemas, no podemos olvidarnos del 4-4-2 que están dando tan buenos resultados a Colombia, Bélgica o Nigeria. Tanto los sudamericanos como los europeos acumulan su éxito en este sistema gracias a la polivalencia de sus jugadores más ofensivos, lo que les permite llegar con mucha más facilidad al área rival.
Estados Unidos también comenzó formando con cuatro defensas, cuatro centrocampistas y dos delanteros, pero la lesión de Altidore le obligó a reconvertir ese sistema en el 4-2-3-1 utilizado en los últimos dos choques.