CESPED EUROPEO – En 1957 la compañía SADE (Sociedad Adriática de Electricidad) decide hacer una represa de doble bóveda en el valle del río Vajont, la cual sería más alta del mundo en su momento con 261.6 m de altura.  Desde un principio, los geólogos y técnicos encargados determinaron que el embalse presentaba problemas por corrimiento de tierras pero las obras continuaron a pesar de que todo apuntaba en mala dirección.  El día 9 de octubre de 1963 a las 22.39 h, 250 millones de m3 de roca se deslizaron pendiente abajo a una velocidad de 100 km/h chocando con el embalse prácticamente lleno, desbordando sus aguas, borrando a Longarone del mapa e inundando diversos pueblos que se vieron destruidos por la brutal riada, con un balance de unas 2000 personas muertas (de las cuales sólo se pudieron recuperar 1500 cuerpos) y unas pérdidas económicas incalculables.  Hoy la estructura está abandonada.

 

La película de terror se volvió a proyectar, solo que esta vez el guion fue más tenebroso que los anteriores ya que la selección inglesa no quedaba afuera en primera fase de un Mundial desde Suecia 1958.  La ilusión inglesa duró apenas ocho días antes de decir adiós, las caídas ante los italianos y uruguayos hicieron que los representantes de la Premier quedaran con un pie afuera de la Copa del Mundo, el tiquete de regreso a tierras británicas fue aforado por los sorprendentes «ticos», cuando volvieron a golpear con fuerza todas las quinielas y pronósticos al ganar su segundo partido, nada menos que a la otrora poderosa selección italiana.

La eliminación de Inglaterra del presente Mundial no solo ha generado frustración en el país de los creadores del fútbol, también en muchos que pensaban que esta nueva y joven armada podría cambiar la historia de las últimas participaciones mundialistas.  Pero hay algo más, cuando una selección encadena una serie de malos resultados y encima, en una competición tan importante como es un Mundial, no se ofrece finalmente la imagen que se esperaba, la mayoría de los técnicos apelan a su dignidad dando un paso al costado.

Pero contrario a lo que la lógica dicta tras la eliminación, Roy Hodgson, que aún tiene dos años más de contrato, afirmó tras la derrota frente a Uruguay que no iba a dimitir y más sorprendente aun, al siguiente día, el presidente de la Asociación del Fútbol inglés (FA) Greg Dyke, confirmo que Hodgson permanecería en su cargo hasta el final de la Eurocopa 2016.  El problema acá no es que una vez más los ingleses tomaron el camino de vuelta antes de lo previsto en Brasil 2014 sino que las ideas expuestas por el entrenador dejan muchas dudas.

 

Hodgson es un técnico demasiado rígido en sus planteamientos, su falta de lectura de los partidos, las tardías decisiones tácticas y hasta los cambios posicionales que hizo después que había hecho una buena presentación ante Italia, dan la sensación de no ser la persona idónea para conducir a una joven generación con un potencial brillante, una talentosa camada que alcanzo las semifinales de la Eurocopa Sub21 de 2007 y fueron subcampeones en la siguiente edición detrás de Alemania; un grupo tan prometedor necesita de un técnico que les desarrolle y no uno que les encasille en una idea de juego que no obtiene resultados.

 

Todos los antecedentes en la represa italiana presagiaban un final nefasto, los del trabajo de Hodgson tampoco dan buenas sensaciones.  En Septiembre, la selección de los tres leones jugara el 3 en Londres ante Noruega su primer amistoso y 5 días después, viajará a Basilea para enfrentarse a Suiza por la primera jornada del grupo E de la clasificación para la Eurocopa 2016, que se disputará en Francia y todo apunta a una nueva debacle.  Veremos qué pasa.

Fdo: @Capetok