Finalizados los ocho partidos de octavos de final del Mundial de Brasil, donde cinco de los cuales tuvieron que ir a la prórroga y dos de éstos acabaron en penaltis, hemos podido comprobar como algunos jugadores han ayudado notablemente a sus selecciones a clasificarse o a mantener esa lucha hasta los últimos minutos del partido. Los jugadores más destacados de los octavos de final son:

James Rodríguez: El jugador colombiano, que actualmente milita en el Mónaco, está cuajando un maravilloso mundial. Durante la fase de grupos ya dejó pistas sobre todo el potencial que tiene en sus botas, pero ante Uruguay se consagró en la estrella del Mundial de Brasil. Sus dos goles (uno de ellos un golazo por cierto) supusieron la clasificación de Colombia para los cuartos de final, aunque no todo han sido sus goles. Su carisma y personalidad dentro del campo, unido a su técnica y liderazgo han desatado el interés de numerosos clubes de todo el mundo.

 

Pogba: El centrocampista francés intentó echarse todo el peso del juego a la espalda y gracias a él los ‘bleus’ lograron un mayor dominio ante Nigeria. Desde el inicio del partido Pogba se desmarcó, pidió el pase, dio salida al balón e intentó hacer jugar a Francia, llegando a disponer de alguna ocasión clara. Su gol nació de un fallo del portero nigeriano, que él mismo aprovechó a rematar dentro de la portería, pero sus ganas e ímpetu le habían hecho merecedor de esa suerte. No dejó de correr hasta el final del partido, contagiando a sus compañeros a buscar ese otro gol que definitivamente les llevó a los cuartos de final del Mundial de Brasil.

 

 

Schürrle: Abrió el marcador en el difícil partido que le planteó Argelia a Alemania. El delantero saltó al campo tras el descanso para reavivar el ataque germano e intentó buscar la portería rival desde el primer balón que controló. De hecho uno de sus primeros disparos acabó con una gran parada de M’Bolhi. Nada más comenzar la prórroga se sacó de la manga un recurso con el tacón de su bota izquierda al que nada pudo hacer el portero argelino. No contento con ese gol siguió intentándolo hasta el final, pero se marchó del campo sin esa suerte, pero con la clasificación debajo del brazo.

 

Di María: En uno de los partidos más disputados de la selección argentina, el mediocentro encontró finalmente el hueco en la portería de Benaglio para evitar llegar a la lotería de los penaltis. Durante algunos compases del partido se le vio algo desorientado, pero sacó su garra para liderar las acometidas albicelestes. Tras una buena jugada de Messi, sacó toda la clase de su pierna izquierda para cruzar el balón al palo largo, donde nada pudieron hacer los suizos. Al final del partido intentó una obra maestra, un tiro lejano desde el centro del campo, que a punto estuvo de colarse de nuevo en la portería.

 

Howard: El portero del combinado estadounidense realizó un gran partido ante Bélgica. Gracias a sus paradas, Estados Unidos pudo luchar hasta el último minuto de la prórroga, donde estuvo a punto de lograr el ansiado pase a cuartos de final. El meta aguantó heroicamente durante todo el partido las acometidas de los jugadores belgas, logrando paradas imposibles. Al comienzo de la prórroga llegó su ‘Vía crucis’ particular, ya que poco pudo hacer ante los goles de De Bruyne y sobre todo, el trallazo de Lukaku.

 

Robben: En uno de sus peores partidos del mundial, volvió a ser el arma más letal de Holanda. El extremo no se cansó de correr, y aprovechó cualquier ocasión para intentar desbordar con su velocidad. Cuando el partido estaba más feo para los suyos, se echó el peso del juego a sus piernas, logrando ser el valor más peligroso de los ‘Oranges’. No marcó ningún gol, pero fue el protagonista de la jugada más polémica del partido. A él le hicieron el penalti que transformó Huntelaar y que supuso, en el último suspiro, la clasificación de Holanda para cuartos de final.

 

Lukaku: Durante los primeros partidos del Mundial de Brasil había tenido una escasa participación en el juego de su equipo, pero en los octavos de final fue el revulsivo de una gran Bélgica. El delantero salió en la prórroga del partido ante Estados Unidos, y su potencia y fuerza hicieron que el primer balón que tocaba se convirtiera en la asistencia perfecta para el gol de De Bruyne. Después de esa jugada no dejó de intentar marcar su gol, y tras dos intentos que morían en las manos de Howard, se sacó un gran desmarque y un potente disparo que acabó entrando en la portería.