Agónico triunfo de los de Wenger sobre la bocina gracias a Aaron Ramsey que les permitió llevarse los tres puntos en el estreno de la temporada. Se adelantaron loseagles por medio de Hangeland y empató Koscielny. La segunda parte fue un querer y no poder de un Arsenal al que todavía le falta.
Emirates Stadium, 59.962 espectadores
ARSENAL 2
Koscielny 46′, Ramsey 91′
CRYSTAL PALACE 1
Hangeland 35′
Después de la buena imagen (y del soberano repaso) al Manchester City en la Community Shield el listón para el debut de los gunners se había puesto muy alto y terminó decepcionando. Un equipo muy flojo, prácticamente sin alma en la mayor parte de las fases del partido y, en definitiva, una escuadra propia de las fechas en las que estamos.
El Crystal Palace se presentaba como la víctima perfecta para un estreno con goleada y confeti, quizá un tanto perdido tras la inesperada marcha de Tony Pulis. Pero no fue así. Peleón como en los mejores días de su ex-jefe y capaz de hacer daño y saber tapar los huecos por donde el Arsenal desangra a sus contrincantes.
La alineación de Wenger es la de un equipo que puede (y debe dar miedo). Junto el francés a Wilshere Alexis Sánchez, Ramsey y Cazorla, casi nada, y apostó por Sanogo como «9». No fue nada del otro mundo el partido de Alexis Sánchez y Cazorla, uno de los ídolos de la Shield, estuvo más bien discretito. Destacó, eso si, Chambers, el ex del Southampton y Sanogo terminó por dejar su sitio a Giroud, un delantero que sin ser un goleador del otro mundo si que es un jugador más asociativo y propicio para el juego que desarrollan los gunners.
La primera fue del Palace para meter algo de miedo en el cuerpo y después a agazaparse. El Arsenal no tardó en hacerse con el dominio del partido y empezó a abusar de la posesión. Comenzaban a darse las sociedades y los gunners tocaban y tocaban a buena velocidad cerca de la frontal del área intentando buscar espacios y logrando alguna jugada digna de aplauso pero sin profundidad. Así las cosas, demasiado toque y poca mordida.
Entre Ledley y Ward se cocinaba lo poco que era capaz de sacar en claro el Palace pero, visto lo visto, le sobraba con eso. Incluso con menos. El gol llegó en un saque de esquina que remató Hangeland en el segundo palo. El fantasma de lo que había ocurrido con el United unas horas antes sobrevolaba el Emirates.
Más toques, unos cuantos disparos mordidos y la sensación de que Alexis Sánchez todavía no conoce del todo bien a sus compañeros. Eso sí, con las faltas sigue llevándose bien. Botó el chileno la infracción metiendo el balón al corazón del área para que llegara Koscielny a comerse a Hangeland y a empatar el partido.
La segunda parte debía ser el punto de inflexión para el Arsenal y no hizo sino corroborar que al equipo todavía le falta. Pérdidas de Cazorla, llegadas del Palace, saques de esquina que se pierden en el limbo y un par de faltas por aquí y por allá.
Wenger retiró a Sanogo y a Wilshere para meter a Giroud y a Oxlade-Chamberlain, empeñado en correr hacia ninguna parte en sus dos o tres arremetidas.
La expulsión de Puncheon por doble amarilla cuando moría el partido quedó en una simple anécdota. En lo que era el último saque de esquina botado por Cazorla, Debuchy remató, despejó Speroni y la cazó Ramsey que no perdonó. Misión cumplida. Los tres primeros puntos para los de Wenger y mucho tiempo por delante para mejorar.
ARSENAL XI: Szczesny, Debuchy, Chambers, Koscielny, Gibbs, Wilshere, Arteta, Alexis Sánchez, Ramsey, Cazorla, Sanogo.
CRYSTAL PALACE XI: Speroni, Kelly, Hangeland, Dann, Ward, Puncheon, Jedinak, Ledley, Bolasie, Chamakh, Campbell.