Trashorras porta el brazalete rayista (rayovallecano.es)
  El mejor pasador de la liga BBVA. Así se podría titular este artículo, acerca del capitán del Rayo Vallecano. Y podría, porque es un hecho. La temporada pasada, Roberto Trashorras dio un total de 3198 pases. Una auténtica barbaridad si la comparamos con otros grandísimos genios del pase, como lo son Xavi o Iniesta, máximos exponentes del “tiki-taka”, a los que aventajó, al primero en casi 500, y al manchego en más de 900 entregas en todo el curso anterior.
  Es cierto que el juego del Rayo de Paco Jémez, se basa en sacar la pelota jugada desde la línea defensiva, y que todo balón tiene que pasar de forma obligada por los pies del gallego antes de comenzar cualquier ataque. Y podemos también rendirnos a la calidad en el manejo del cuero del 10 rayista, la cual es incuestionable. Recordemos que el gallego ha pasado tanto por la “masía” barcelonista, llegando a debutar en el primer equipo, como por la “fábrica” madridista.
  Pero también es cierto que existen ocasiones en las que el llamado “mago de Rábade” desaparece. Se excede en su trato con la pelota. Desde la grada, se tiene la impresión de que ciertos pases son por así decirlo, de cara a la galería, o estadísticos, ya que en alguna ocasión, hay entregas, que no aportan nada al juego, es más, lo llega a ralentizar, o a perder ocasiones por la tardanza en el traslado del balón.
  Otro detalle recriminado, es la apatía que Trashorrasmuestra cuando pierde un balón, más si éste, es en la línea defensiva, costando goles totalmente evitables, lo cual ha sucedido en más de una ocasión, o cuando hay un balón dividido. Se tiene la impresión de que, como he escuchado a los aficionados vallecanos, “le falta sangre”. Es esquivo en el cuerpo a cuerpo, los saltos con contacto… y eso para unos seguidores que lo único que le piden a sus jugadores, es que lo den todo cuando saltan al césped con la “franjirroja” llega a irritarles. Y más, si eres el capitán del equipo.
  Es incuestionable que para Jémez es fijo, también lo es que un jugador con sus características, es difícil de encontrar en un equipo humilde como el Rayo. Pero lo que se palpa entre los aficionados, es que Trashorras pueda sentirse un tanto acomodado. No es la sensación de que pueda estar mayor, aunque tenga 33 años, es más la sensación de que esa intermitencia de los jugadores de clase, cada vez se acentúa más, y va en perjuicio del equipo. Un equipo para el que cada punto es oro, y cuesta sangre, sudor y lágrimas conseguirlo.
Trashorras pugna con Bale (mundodeportivo)
  Quizá habría que darle una oportunidad al sevillano Jozabed, que la pasada campaña hizo gran juego y buenos números con el Real Jaén, y que es un jugador con una grandísima proyección. Esto, podría servir tanto para dar confianza y minutos al recién llegado, como para que Trashorras sienta la presión de quién le quiere quitar su puesto en el once, y haga que vuelva la mejor versión del gallego, sin ser tan intermitente, y demostrando su calidad.

  De todo esto, el que seguro se verá beneficiado, es el equipo, que necesita que su capitán esté al cien por cien, y demuestre la clase de jugador que es cuando está enchufado, y por otra parte pudiendo descubrir a su sucesor, el cual ya está en casa.