El fútbol es un juego de equipo, pero hay jugadores que son los referentes y marcan las diferencias. Agüero mostró sus cartas y ganó con su Póker la partida. 

Sábado, 18 de Octubre de 2104.
Etihad Stadium, 45.549 espectadores.

MANCHESTER CITY 4
Agüero 13′, 20′(p), 68′(p), 75′
TOTTENHAM 1
Eriksen 15′ 


MANCHESTER CITY XI: Hart, Sagna, Kompany, Demichelis, Clichy, Fernando, Lampard, Navas, Silva, Milner, Agüero.

TOTTENHAM XI: Lloris, Dier, Kaboul, Fazio, Rose, Capoue, Mason, Eriksen, Lamela, Chadli, Soldado.



El Tottenham estaba bien colocado atrás con dos mediocentros de corte defensivo, tres mediapuntas y un delantero. El City tenía la misma formación pero distinto planteamiento, ya que iban a presionar en lugar de esperar atrás como lo hacia el conjunto visitante. Es lógico que jugando en casa aprietes y más teniendo en cuenta la pegada con la que dispones en la zona de ataque, pero lo que no es lógico es la manera de partir al equipo en dos, como tantos otros partidos, y la endeblez defensiva que muestras ante cualquier equipo como causa de ello.

La primera ocasión clara fue por parte de los Spurs tras una buena triangulación entre líneas de Lamela, Soldado y Mason, en la que este último se queda mano a mano contra Hart y el portero británico evita el gol con el pie. La jugada sigue y Eriksen recoge el balón fuera del área, se zafa de un defensor y dispara por encima del larguero.

El City iba avisando con sus dos mejores jugadores, Silva y Agüero, de que en cuanto les dejaran un poco de espacios les harían daño. Pero los spurs no habían dado muestras de debilidad hasta que Agüero abrió la lata con un disparo cruzado que no se esperaba Lloris. El jugador argentino recibió el balón en el área grande, y mientras estaba protegiéndolo y observando las posibilidades que tenía, acomoda el cuerpo rápidamente para lanzar un fuerte disparo que acaba en el 1-0.

Un minuto después del tanto local, empataban los Spurs tras presionar la salida de balón del City, para robarselo a Fernando y marcar a la contra por mediación de Eriksen. Esta jugada evidenció las carencias del conjunto citizen.

A los 4 minutos del empate Lamela cometió penalti sobre Lampard que transformaba Agüero para poner el 2-1. El cuadro local seguía apretando y todo el peligro pasa directa o indirectamente por Agüero, que remataba todo lo que le llegaba aunque muchos remates las salieran centrados o desviados.

A la media hora de partido el Tottenham ccometió otro claro penalti, esta vez sobre Silva. Agüero, de nuevo, se dispuso a lanzarlo y lo falló. Tiró al centro, Lloris que se lanzó a su izquierda la paró con el pie, el balón le llegó a Agüero de nuevo pero por arriba, con lo que tuvo que realizar un remate acrobático de volea que mandó por encima del larguero.

Un minuto después de fallar el penalti, Agüero tuvo un mano a mano contra Lloris, tras romper la cintura en dos ocasiones a Kaboul, que para bien el meta francés. Los últimos 10 minutos de la primera mitad no tuvieron grandes ocasiones, muchas pérdidas e imprecisiones por parte de ambos equipos hicieron que el juego se trabase y no avanzara, con la mente puesta en el descanso.

La segunda mitad comenzaba como lo acabó la primera, con un periodo de transición y poca fluidez en ambos conjuntos. Jugadas aisladas del City por parte de Agüero o Navas no eran suficientes para volver a marcar y sus disparos eran bien repelidos por Lloris. Al cuarto de hora Soldado pisa área por el ala derecha y es derribado. Penalti tan claro como mal tirado. El propio Soldado dispara con demasiada parsimonia y Hart adivina sus intenciones y detiene con una buena mano abajo a su derecha.

Mismos protagonistas apenas 3 minutos después, centro desde la izquierda que remata Soldado algo forzado al centro y saca Hart con los pies sin apenas tener que hacer nada excepto dejarse caer. No se puede perdonar tanto y menos después de comete otro penalti apenas dos minutos después. Fazio agarra ligeramente a Agüero por el brazo, el argentino nota el contacto y hace por dejarse caer. Lo sorprendente no es que el árbritro pitase penalti, sino que expulsara de manera algo rigurosa a Fazio cuando no era el último hombre. El argentino volvió a lanzar por donde marcó el primer penalti y Lloris se volvió a tirar por donde las 2 veces anteriores. Por lo tanto 3-1 y partido roto debido a la expulsion.

Pochettino tuvo que cambiar el dibujo y hacer un cambio obligado por la expulsión de su central, y Vertongthen recién saltado al campo recibiría una «bienvenida» por parte de Agüero. El delantero argentino coge un balón en carrera, recorta con la derecha para dejar roto al defensa belga, y lanza un disparo por bajo con la zurda bien ajustado para hacer el cuarto en su casillero particular y en el marcador.

Quedaba un cuarto de hora del que seguramente nadie estaría interesado en jugar, los locales por reservar fuerzas para el partido de Champions y los visitantes para no quedar más en evidencia y empeorar su imagen tanto en defensa como en ataque. Aún así el City siguió atacando a regañadientes debido a su superioridad numérica, y Milner, con un disparo con efecto desde la frontal, apunto estuvo de poner la manita en el marcador si no llega a ser por el poste de la portería de Lloris.

Al final del partido Agüero recogía el balón y recibía la merecida ovación de su hinchada como agradecimiento a su partido. Sería descabellado decir que él solo ganó el partido, no sólo por sus goles si no por todo el peligro que generaba, pero influyó activamente en tres cuartas partes de las jugadas de peligro llevadas a cabo por el City.

Sin duda Pellegrini se marchó contento por la victoria a pesar de las dudas que sigue teniendo el equipo de medio de campo hacia detrás. Teniendo un ataque demoledor debería trabajar la parcela defensiva para dar más equilibrio al equipo, sobre todo en partidos venideros ante rivales de más entidad. Por su parte Pochettino no puede irse contento con su equipo debido a que cometieron 3 penaltis absurdos, fallaron otro y encima mostraron poco acierto tanto en remate como en defensa.