Diferente jornada la del martes para dos de los equipos ingleses en la máxima competición europea. El conjunto de Pellegrini se adelantó de penalti pero un imperial (e inmortal Totti) empató el partido para la Roma. En Portugal, Matic anotó el gol que le dio la victoria al Chelsea en un partido que pudo acabar en goleada para el conjunto londinense.

Martes, 30 de septiembre 2014

Etihad Stadium.

MANCHESTER CITY 1
Kun Agüero 4′

ROMA 1
Francesco Totti 23′


MANCHESTER CITY XI: Hart, Zabaleta, Kompany, Demichelis, Clichy, Navas, Touré, Fernandinho, Silva, Dzeko, Agüero.


ROMA XI: Skouropski, Maicon, Manolas, Yanga-Mbiwa, Ashley Cole, Pjanic, Nainggolan, Keita, Gervinho, Floreniz, Totti.


Debía ser una jornada de inflexión para el Manchester City en la Champions y terminó siendo otro borrón. Tras la derrota frente al Bayern de Munich en Alemania, el conjunto de Pellegrini debía dar un golpe sobre la mesa y llevarse los tres puntos en su estadio. No iba a ser el partido más propicio puesto que enfrente esperaba la Roma, uno de los conjuntos más en forma de la Serie A.

Las cosas se pusieron rápido de cara para los citizens, después de un absurdo penalti de Maicon que pudo haberle costado la tarjeta roja y que transformó Agüero. Pero a partir de ahí, la Roma se hizo dueña y señora del partido hasta que llegó el gol del incombustible Totti, recién estrenados sus 38 años y convirtiéndose en el goleador más veterano de la Champions, superando a Ryan Giggs.


Martes, 30 de septiembre 2014.
Estadio José Alvalade.

SPORTING CP 0

CHELSEA 1
Nemanja Matic 34′


SPORTING CP XI: Rui Patricio, Soares, Sarr, Mauricio, Silva, Mario, Carvalho, A. Silva, Carrillo, Nani, Slimani.


CHELSEA XI: Courtois, Filipe Luis, Terry, Cahill, Ivanovic, Matic, Fábregas, Hazard, Oscar, Schürrle, Diego Costa.


Tras el empate frente al Schalke 04 en Stamford Bridge, el Chelsea también llegaba a Portugal con la necesidad de una victoria para evitar males mayores recién comenzado el campeonato. 
Mourinho plantó su once con la novedades de Filipe y Schürrle como titular, y el doble pivote Fábregas-Matic, que de nuevo volvió a funcionar. El gol lo fabricaron entre ellos. Cesc botó la falta y Matic cabeceó.

A partir de ahí, el Chelsea se dedicó a buscar la meta portuguesa sin ningún tipo de suerte. Bien porque Schürrle tiraba fuera una ocasión cantada, bien porque Rui Patricio se dedicaba a parar lo imparable, salvando unos cuantos mano a mano en el transcurso del partido que evitaron que la goleada fuese mayor. Su partidazo contó con la aprobación y felicitación de Mourinho, que le dio la mano al final del encuentro.