Nicolás Otamendi y Shkodran Mustaffi forman la pareja de centrales titular del Valencia CF en la presente temporada 2014-15. Hoy por hoy una de las parejas más firmes y fiables de toda la Liga BBVA.
Soprendentemente se quedó sin participar en el mundial con Argentina, lo que favoreció una más pronta y rápida integración en el Valencia CF al poder participar en la pretemporada desde el primer día. Nuno le dio galones desde el primer día y lo convirtió en el pilar básico de su línea de cobertura. Se erigió en la prolongación del entrenador portugués dentro del terreno de juego y se ganó la admiración de los aficionados con su despliegue físico dentro del verde tápiz futbolero. También consiguió el respeto de sus compañeros, aconsejando a los jóvenes y haciendo piña en todo momento. Empezó la temporada junto con Rubén Vezo, joven central portugués que se ganó su oportunidad durante la pretemporada. A día de hoy es insustituible en la zaga blanquinegra y muchos de los delanteros contrarios ya conocen de su poderío en el campo.
Shkodran Mustaffi, central alemán de origen albano y de dilatada experiencia en el futbol europeo, es un central con una rara trayectoría en varias ligas del viejo continente. A los 18 años saldría de Alemania con rumbo a la premier. Era entonces un central apenas conocido en el futbol internacional y entraría a formar parte del segundo equipo del Everton inglés con vistas a jugar en la Premier League. No se consolidó en Goodison Park y decidió emigrar de nuevo. Esta vez recaló en la Sampdoria genovesa para intentar hacerse con un nombre en el panorama futbolístico internacional. Había sido internacional sub-17 con la Manschaft pero parecía que su carrera se estancaba. En su primera temporada en la Samp tampoco fue un jugador que contara mucho para sus entrenadores y apenas si entró en los onces de la escuadra italiana. En la segunda temporada en Génova la cosa tampoco parecía mejorar pero el destino le tenía reservado un hueco. El cambio de entrenador por la mala trayectoria del equipo propició un cambio de sistema y con él una mayor participación de Shkodran que pasó a afianzarse en los onces de la Samp y ganar notoriedad en las convocatorias de la selección alemana. Era insustituible para Mihajlovic y su defensa de 3 que hizo remontar el vuelo a la Sampdoria. Löw lo venía siguiendo desde las inferiores de Alemania y por sorpresa y ante algunas bajas de última hora, decidió convocarlo para el mundial de Brasil. No sólo eso, sino que fue un jugador con minutos de relevancia en la selección que ganó la última copa Jules Rimé. Pasó de ser un jugador semidesconocido a ocupar un papel preponderante en las carteras de muchos secretarios técnicos de Europa. Entre ellos el del Valencia que en un visto y no visto se hizo con sus servicios para suplir la salida de Mathieu al Barça. El gran público tenía pocas referencias de él pero su profesionalidad, su constancia y su saber hacer en el campo le han valido el respeto de la afición y su consolidación en el once inicial de Nuno, pese a no formar parte de él hasta bien entrada la liga por pequeñas molestias que arrastraba tras el mundial y por no estar en forma al iniciar la pretemporada más tarde que sus compañeros. No resulta muy estético en su juego pero es muy efectivo en la marca, contundente en el corte y sencillo a la hora de sacar el balón. Más alemán, imposible.