Nicolás Otamendi y Shkodran Mustaffi forman la pareja de centrales titular del Valencia CF en la presente temporada 2014-15. Hoy por hoy una de las parejas más firmes y fiables de toda la Liga BBVA

 
El caso del argentino es un tanto especial y peculiar por las condiciones en las que se fraguó su fichaje por la entidad de la Avda. de Suecia. En el pasado mercado invernal, en plena revolución «rufetina» el club «Ché» buscaba un puntal con el que consolidar una defensa que, por aquel entonces, hacía aguas por todas partes. Otamendi destacaba con el Porto en la liga portuguesa. Un portento físico, agresivo, contundente y de jerarquía con el que Rufete y Pizzi pretendían reforzar la línea más débil del equipo en pos de alcanzar una posición que diera opción a jugar competición europea en la presente temporada. Una mala planificación con el número de extranjeros, entradas y salidas frustradas en el último momento y Nico acabó jugando en el Atlético Mineiro de la liga brasileña. Ya era propiedad del Valencia pero no jugaría la segunda parte de temporada con los blanquinegros. La defensa valencianista siguió naufragando en la segunda vuelta y a Otamendi lo veneraban en Brasil pero no sería hasta esta temporada cuando el central, ex de Velez Sarsfield, se estrenaría con la zamarra valencianista. Ya en pretemporada dejaría clara su impronta en el terreno de juego. Anticipación, potente juego aéreo, colocación y mando en plaza eran su tarjeta de visita. Los más forofos veían en él la reencarnación del Ratón Ayala, uno de los artífices de su fichaje. Las características pueden ser similares dentro del terreno de juego pero fuera de él todavía está lejos en su capacidad de liderazgo, ascendencia sobre los compañeros y respeto del público en general. 

Soprendentemente se quedó sin participar en el mundial con Argentina, lo que favoreció una más pronta y rápida integración en el Valencia CF al poder participar en la pretemporada desde el primer día. Nuno le dio galones desde el primer día y lo convirtió en el pilar básico de su línea de cobertura. Se erigió en la prolongación del entrenador portugués dentro del terreno de juego y se ganó la admiración de los aficionados con su despliegue físico dentro del verde tápiz futbolero. También consiguió el respeto de sus compañeros, aconsejando a los jóvenes y haciendo piña en todo momento. Empezó la temporada junto con Rubén Vezo, joven central portugués que se ganó su oportunidad durante la pretemporada. A día de hoy es insustituible en la zaga blanquinegra y muchos de los delanteros contrarios ya conocen de su poderío en el campo. 
 

Shkodran Mustaffi, central alemán de origen albano y de dilatada experiencia en el futbol europeo, es un central con una rara trayectoría en varias ligas del viejo continente. A los 18 años saldría de Alemania con rumbo a la premier. Era entonces un central apenas conocido en el futbol internacional y entraría a formar parte del segundo equipo del Everton inglés con vistas a jugar en la Premier League. No se consolidó en Goodison Park y decidió emigrar de nuevo. Esta vez recaló en la Sampdoria genovesa para intentar hacerse con un nombre en el panorama futbolístico internacional. Había sido internacional sub-17 con la Manschaft pero parecía que su carrera se estancaba. En su primera temporada en la Samp tampoco fue un jugador que contara mucho para sus entrenadores y apenas si entró en los onces de la escuadra italiana. En la segunda temporada en Génova la cosa tampoco parecía mejorar pero el destino le tenía reservado un hueco. El cambio de entrenador por la mala trayectoria del equipo propició un cambio de sistema y con él una mayor participación de Shkodran que pasó a afianzarse en los onces de la Samp y ganar notoriedad en las convocatorias de la selección alemana. Era insustituible para Mihajlovic y su defensa de 3 que hizo remontar el vuelo a la Sampdoria. Löw lo venía siguiendo desde las inferiores de Alemania y por sorpresa y ante algunas bajas de última hora, decidió convocarlo para el mundial de Brasil. No sólo eso, sino que fue un jugador con minutos de relevancia en la selección que ganó la última copa Jules Rimé. Pasó de ser un jugador semidesconocido a ocupar un papel preponderante en las carteras de muchos secretarios técnicos de Europa. Entre ellos el del Valencia que en un visto y no visto se hizo con sus servicios para suplir la salida de Mathieu al Barça. El gran público tenía pocas referencias de él pero su profesionalidad, su constancia y su saber hacer en el campo le han valido el respeto de la afición y su consolidación en el once inicial de Nuno, pese a no formar parte de él hasta bien entrada la liga por pequeñas molestias que arrastraba tras el mundial y por no estar en forma al iniciar la pretemporada más tarde que sus compañeros. No resulta muy estético en su juego pero es muy efectivo en la marca, contundente en el corte y sencillo a la hora de sacar el balón. Más alemán, imposible.