El 2014 ha sido un año de claro color blaugrana. Las culés acabaron la temporada pasada como líderes de la competición, actualmente vuelven a comandar la clasificación de la Superliga Femenina, juegan la Champions femenina y aportan tantas jugadoras a la selección como casi todos los demás conjuntos entre ellos.
Uno de los cambios más significativos es el que hace referencia a la competencia. Si antes sólo el Ath de Bilbao plantaba cara a la hegemonía blaugrana, en el presente campeonato otros clubes han apostado más decididamente por el fútbol femenino. Es el caso de At. Madrid, Rayo Vallecano y Valencia que han consolidado sus estructuras alrededor de sus chicas. Más profesionalidad, mejores plantillas y una planificación más coherente les han llevado a dar el salto de calidad que han dado. Obviamente no sólo a nivel profesional o semiprofesional se ha producido esto. Muchos de estos clubes han apostado fuertemente por trabajar a las chicas desde la base y los resultados se ven con relativa prontitud al no ser algo habitual.

Recordar gratamente también la candidatura de Vero Boquete al Balón de Oro. La presencia de la jugadora del FFC Francfort en la terna definitiva puede y debe ser un empujón motivacional para todas sus compañeras que, desde España, trabajan viendo en ella un ejemplo a seguir a nivel de trabajo, de dedicación, de sacrificio personal y de, en definitiva, éxito deportivo. Hoy por hoy el fútbol femenino en los países más septentrionales del continente está mucho más profesionalizado y respetado de lo que lo está en nuestro país.