La unión equipo y afición es lo mejor año tras año (Marca)

  Para el Rayo Vallecano, se puede decir que el 2014 ha sido un buen año. El equipo se mantuvo en la Liga BBVA, cosa que es vital para su supervivencia, y más en el año de su 90 aniversario. Permanecieron los pilares fundamentales que no pisan el césped, los ya conocidos y muchas veces mencionados Paco Jémez en el banquillo y Felipe Miñambres en la dirección deportiva. 
  El primero finalmente no salió de Vallecas cumpliendo su contrato que expira este verano,mientras que el segundo directamente dijo «no» a una oferta que mejoraba sus condiciones económicas desde el Real Betis.

  Trasladándonos al verde, volvemos a disfrutar de más luces que sombras. El año comenzaba con el equipo en situación complicada en la tabla, aunque practicando un gran juego. Para apuntalar la plantilla llegaron Rochina y el rumano Rat, que sumados a los destacados de la temporada, Saúl, Gálvez y Larrivey, consiguieron la permanencia finalmente.
  Aunque pudiera parecer todo positivo, existen ciertos lunares que merecen mención. El que a priori llegaba como fichaje estrella, el mexicano Nery Castillo resultó un fiasco tremendo. Apenas jugó, y cuando lo hizo, nunca llegó al nivel que se esperaba. También merece unas líneas el caso de Lass, que fue perdiendo protagonismo en la plantilla hasta perder su sitio hasta en las convocatorias en la temporada que cursamos a día de hoy.

  Ya en esta temporada, tras la marcha de futbolistas de cada verano, una vez más un inmenso Felipe Miñambres confecciona una gran plantilla sin coste para el club en traspasos. Como destacados, la vuelta de Baptistao y la llegada de Kakuta, aparte de la permanencia de Ze Castro y Bueno como grandes noticias, ambos con ofertas tentadoras, las cuales rechazan.

La gestión de Martín Presa es el gran lunar del Rayo (Marca)

  Como decimos, el 2014 ha sido un gran año en la parcela deportiva, pero una vez más pésimo en lo que a gestión se refiere. La gran sombra del Rayo a día de hoy, se sienta en el palco presidencial, y tiene nombre propio, Raúl Martín Presa. El presidente ha estado inmerso en varios conflictos, de los cuales nunca ha resultado bien parado si preguntamos al grueso de la afición. Temas como la deficiencia en la claridad en las juntas de accionistas, la situación de dejadez del estadio, la casi exclusión de la zona destinada del campo para los discapacitados y ya para colmo, la retirada de gran parte del presupuesto del Rayo Femenino, lo que pudo suponer su desaparición, han sido decisiones que han enfadado a la masa social franjirroja, acrecentando la ruptura total con la inmensa mayoría de los aficionados que piden su dimisión en cada encuentro celebrado en el Estadio de Vallecas.

  Éstos seguidores son otra de las partes buenas del año.Siempre apoyan al equipo pase lo que pase, y lo lleva en volandas cada encuentro como local, y lo acompaña siempre que puede cuando es visitante. La gran mayoría ha demostrado además, que aparte de animar a un equipo, están hechos de otra pasta, y con iniciativas como emitir carnets de simpatizante del Rayo femenino para costear sueldos y desplazamientos, o las recogidas de alimentos o juguetes, llevan el ser aficionado de un equipo de fútbol a otro nivel. En un club de barrio, el barrio es fundamental para el club

El binomio Jémez-Felipe ha sido muy positivo para el club (marca)

  Resumiremos finalmente el año como bueno para el Rayo Vallecano, con continuidad en banquillo y despachos. Algo mejor economicamente, ya que cada año que se permanece en la Liga BBVA se puede confeccionar mejor plantilla, y el equipo resulta más atractivo para jugadores y patrocinadores, pero llevado de manera pésima por su máximo dirigente. Esperemos que el 2015, se siga la línea de los últimos años en materia deportiva, pero que de una vez por todas, el presidente sea capaz de escuchar a la afición, y que entre todos se intenten resolver los problemas que como club se tienen, y se consiga de esta manera, aunar fuerzas y que todos rememos en la misma dirección.