Unas veces arriba y otras abajo, una montaña rusa de halagos y críticas, un continuo marcaje que no te deja. En definitiva eso es el fútbol para las superestrellas. Un negocio que te hunde o te venera y tan sólo una acción pueden declinar esa balanza. En este proceso esta Gareth Bale, un jugador que llego venerado y que ahora siente la verdadera exigencia de un equipo como el RealMadrid.
 
Diario Marca, Gareth Bale
 
Posiblemente nadie le dijo al galés que llegar a la cima fuera tan difícil ni que adaptarse costaría tanto. Posiblemente no le dijeron que por muchos cosas que le dijeran nunca se imaginaria como es ese público que acude cada fin de semana al Santiago Bernabéu, posiblemente no pudo hablar con CristianoRonaldo para que le contará que antes de ser idolatrado por esa afición que se amontona en las butacas del estadio tienes que demostrar mucho más que cualquier otro. Quizás no le contaron que la condición de estrella la tienes que pagar, posiblemente en la misma cantidad por la que llegaste, y pagar 90 millones en fútbol, significa mucho fútbol. Quizás nadie le dijo que su condición de líder se  quedaba en Inglaterra y que aquí el liderato era de otro al que él solo tenía que ayudar a que lo siguiera siendo.  Quizás nadie le dijo que no era fácil entender a una afición que cuando se une puede ser la mejor del mundo, pero que está llena de desunión, de favoritismos y de españolismo malo. Quizás nadie le dijo que su sueño blanco no sería tan ideal como él mismo soñaba y que escucharía esos pitos que tanto se escuchan en el Bernabéu hacia su persona en más de una ocasión. Quizás nadie le hablo de lo sólo que te puedes sentir a veces cuando estás en lo más alto.
 
Diario Marca, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo
Pero quizás nadie le recuerda a todos los que le juzgan, a los que ahora le pitan e incluso le insultan que Gareth Bale puede estar entre los diez mejores futbolistas del mundo, que tiene unas cualidades innatas y únicas y que nos da mucho, mucho más de los que nos quita. Que quizás esos 90 millones les hicieron pensar a todos ellos que seguiría siendo el mismo jugador que se encumbro en el Tottenham pero los que pensarán eso no saben nada de este deporte. Porque sigue siendo el mismo jugador pero con un rol diferente y en un equipo aún más diferente. Porque quizás su adaptación no es la más rápida pero, ¿Cuántos casos hemos visto así? No nos tenemos que ir mucho más lejos que al ganador del balón de oro. Quizás nadie les recuerda a esos que le critican de que botas salió la victoria de la Copa del Rey o la remontada para alzarse con el título de la ChampionsLeague. Quizás  todos esos que se suben al carro de señalar a Bale como un jugador individualista no saben que quizás no la pasa todas las veces, por eso es un goleador, pero sí muchas de ellas (Asistencias de Bale a Cristiano: 14; Asistencias de Cristiano a Bale:  4). Quizás muchos de ellos simplemente buscan una excusa para sacar toda su rabia contenida o una víctima para disminuir su enfado. Quizás a todos ellos si habría que decirles que crítica sí, pero siempre constructiva.  Y que los que hoy dudan de él lo idolatraran mañana cuando lo veamos triunfar en el Real Madrid.

 

 

 

También somos muchos los que si creemos en Bale y que esperamos mucho más de él, muchísimo más, pero no por eso nos dedicamos a machacarle por determinadas acciones que nos enfadan pero no nos condenan. Todos los que pensamos que es un jugador que triunfará en el equipo blanco hoy nos toca defenderlo ante esos que no confían en él, pero tenemos una ventaja y es que Gareth Bale juega de nuestro lado y él solo se encargara de demostrarle al mundo que vino para triunfar.