Simeone, dirigiendo al Atlético
(Foto: clubatleticodemadrid.com)
Desde que llegó al Atlético de Madrid, Simeone ha disputado seis competiciones diferentes: Liga, Copa del Rey, UEFA Champions League, UEFA Europa League, Supercopa de España y Supercopa de Europa. Ha ganado 5, todas menos la UEFA Champions League y, en ésta, fue subcampeón y se quedó a menos de un minuto de conquistarla. Simeone se marca objetivos. Y los cumple.

Simeone llegó al Atlético de Madrid en la Navidad de la temporada 2011/12. Llegó a un equipo hundido, más cerca del descenso que de las plazas europeas en la Liga y recién eliminado de la Copa del Rey por un equipo de 2ªB, el Albacete. Cuando Miguel Ángel Gil, Consejero Delegado atlético, le preguntó si se sentía capaz de sacar al equipo adelantes, Simeone le contestó: “Sólo te prometo que haré un equipo incómodo”.

En aquellos seis meses de temporada, mientras conocía su plantilla e iba formando los cimientos de lo que sería el gran Atlético de los siguientes años, Simeone llevó al Atlético a ganar la UEFA Europa League y, a principios de la temporada siguiente, 2012/13 a ganar la Supercopa de Europa arrasando al Chelsea.

Esa temporada 2012/13, Simeone afrontaba su primera temporada completa al frente del Atlético. Analizó su plantilla, sus rivales y las competiciones a disputar (Liga, Copa del Rey y UEFA Europa Legue) y dispuso que la competición más asequible (y apetecible) era la Copa del Rey: en Liga, Real Madrid y Barcelona quedaban todavía muy lejos y la UEFA Europa League ya la había conquistado el año anterior.

Por ello, encargó a su preparador físico, el gran profe Ortega, que preparase al equipo para que tuviese dos picos de forma: el inicio de la temporada donde había de disputar la Supercopa de Europa y los meses de Enero y Febrero, donde se disputaba la Copa del Rey.

Si bien es cierto que aquel año el sorteo de la Copa del Rey fue benévolo con el Atlético (sólo se enfrentaría a Madrid o Barcelona en la final), el plan se cumplió de forma matemática: el Atlético fue campeón de la Supercopa de Europa y de la Copa del Rey.

El Atlético posa con la Copa del Rey 2012/13 ganada ante el Real Madrid
en el Santiago Bernabéu (Foto: clubatleticodemadrid.com)


A partir de Marzo, el equipo bajó notablemente su rendimiento físico y, de hecho, tiró la UEFA Europa League en aquella eliminatoria contra el Zenit de San Petersburgo: ya fuese por el propio bajón físico o porque los objetivos estaban ya conseguidos (finalista de Copa y la participación en la siguiente Champions casi asegurada) el Atlético se dejó ir. De hecho, uno siempre ha pensado que, si el Atlético hubiese seguido vivo en Europa, el mantener la tensión competitiva le hubiese ayudado a mejorar sus prestaciones en la segunda vuelta de la Liga.

En la temporada 2013/14, Simeone, a pesar de su discurso del “partido a partido” ante la prensa, se marcó un objetivo claro: ser campeón de Liga. Buena prueba de ello es su actitud en el partido ante el Valencia (hablamos de Diciembre de 2013) y de la que hablábamos aquí.

Para ello, “instruyó” al profe Ortega para que el equipo tuviese dos picos muy claros: uno, a principio de temporada para coger la mayor ventaja posible y otro, al final, para poder rematar la faena; y un valle, aún más evidente: los meses de Enero y Febrero, donde sólo la estrategia y Courtois mantuvieron al equipo. La semifinal de Copa ante el Real Madrid fue un excelente ejemplo: el Atlético apenas disputó aquella eliminatoria y el Real Madrid pasó a la final con bastante comodidad.

Pero el resultado fue el esperado: aunque hubo que esperar al último partido, el Atlético se proclamó campeón de Liga en el Camp Nou. Vista la trayectoria del Atlético los tres últimos años, este hecho puede parecer incluso normal pero no perdamos de vista el hecho de que Real Madrid y Barcelona parecían inalcanzables hace sólo dos años. Pero “imposible” es una palabra que no existe en el vocabulario de Simeone.

El Atlético, tras ganar la Liga 2013/14 en el Nou Camp (Foto: futbol.as.com)


Y, por el camino, aunque no era el objetivo principal, el Atlético fue avanzando ronda a ronda en la Champions: fue primero en su grupo, dejó por el camino a tres campeones de Europa en las eliminatorias (Milan, Barcelona y Chelsea) y apenas unos segundos (y un gol de Sergio Ramos) le separaron del máximo entorchado continental a nivel de clubes.

Y llegamos a la temporada 2014/15: la primera mitad de temporada ha sido bastante más mediocre que las dos anteriores (de hecho, en la jornada 23, lleva 5 derrotas en Liga cuando, en todo el curso pasado, sumó apenas 4). Cierto es que el equipo ha tenido bajas importantes, que han hecho a Simeone tener que trabajar una nueva forma de jugar pero creo que la razón fundamental de esta diferencia de rendimiento con relación a otras temporadas es que Simeone está preparando al equipo para que esté a tope entre Febrero y Mayo.

Porque Simeone es un francotirador: objetivo que se le pone a tiro, objetivo a por el cual va (y, hasta ahora, que consigue). Y Simeone, este año, va a por la Champions. No estoy diciendo que vaya a ganarla, cuidado, sólo que Simeone VA A POR LA OREJONA.

Foto: uefa.com


Nota del autor: Este artículo no está basado en ningún tipo de información privilegiada que tenga, sino en la observación de todos los partidos del Club Atlético de Madrid en los tres últimos años.