El último movimiento del Chelsea en el mercado de fichajes ha sido la venta de André Schürrle al Wolfsburg (32 millones más 5 en variables) y la contratación de Cuadrado, hasta hace unos días jugador de la Fiorentina. Una nueva maniobra que demuestra que el club londinense se mueve como pez en el agua bajo las normas del Fair Play Financiero (el equilibrio entre lo que se gasta y lo que se ingresa). En definitiva: que sabe vender muy bien. Demasiado bien.
Recapitulemos. En el último año el Chelsea se ha embolsado más de 160 millones por la venta de Mata (Manchester United), David Luiz (PSG), Lukaku (Everton), De Bruyne (Wolfsburg), Fernando Torres (Milan) y, en última instancia, André Schürrle. Todos ellos jugadores de alto nivel que eran suplentes en el equipo vendidos a un más que razonable precio. Dinero recaudado posteriormente bien invertido.
Entre otros logros en sus gestiones, Granovskaia trajo de vuelta a José Mourinho a Stamford Bridge y fichó al tan ansiado delantero killer: Diego Costa. La confianza de Roman Abramovich en Granovskaia es plena después de trabajar con ella durante 17 años en Sibneft, la compañía petrolífera del magnate ruso. Según todas las fuentes, los clubes tienen que sentarse con Marina a la hora de hablar de transfers y negociaciones de contrato. Y suele salir triunfadora. Su nombre salió a la palestra por primera vez en una rueda de prensa del dueño del Napoli, Aurelio de Laurentiis, cuando se le preguntó por la posible marcha de Edinson Cavani al Chelsea en verano de 2013.
Marina Granovskaia tiene 39 años y tras licenciarse en la Universidad de Moscú, pasó a formar parte del equipo de Roman Abramovich en 1997. Al frente de muchas de las gestiones de Sibneft, Marina se ganó a Roman. El ruso compró al gobierno la compañia petrolífera en 1995 por 60 millones de libras. Diez años más tarde la vendía a Gazprom por cerca de 8 billones.
Junto a Bruce Buck y Michael Emenalo, que según cuentan son tan solo unos meros intermediarios, Granovskaia corta el bacalao en el Chelsea. Capaz de sentarse y mandar a donde todos sabemos a John Terry en plena renegociación de su contrato («tómalo o déjalo«), mantiene una buena relación con José Mourinho. Tras la primera y exitosa etapa del portugués en el banquillo del Chelsea, Granovskaia fue la única que siguió manteniendo relación con José Mourinho. Y así hasta hoy.