La mayoría de la gente cuando escucha el nombre de Otto Rehhagel, le viene a la cabeza el triunfo de Grecia contra todo pronóstico en la Eurocopa del 2004. Aunque este fuera su logro mas mediático al tratarse de un campeonato continental, Otto ya había sido dos veces campeón de la Bundesliga y una vez ganador de la Recopa con el Werder Bremen, y de lo que vamos a hablar este artículo, campeón de la Bundesliga con el Kaiserslautern. Este último logro, ya impresionante de por si al tratarse de un equipo modesto, es especialmente recordado ya que la temporada anterior al título, el Kaiserslautern militaba en la 2. Bundesliga. La llegada de Otto al Kaiserslautern recuerda a la de muchos entrenadores que erraron al dar un paso adelante en sus carreras y tuvieron que volver a empezar.

Tras sus triunfos con el Werder Bremen, Otto tuvo la oportunidad de entrenar al todopoderoso Bayern. Aunque los bávaros habían sido semifinalistas en la Champions, estos habían logrado una pésima sexta plaza en la Bundesliga, algo demasiado corto para las aspiraciones del Bayern. Aunque los resultados de Otto no habían sido malos (segundo en la Bundesliga y la clasificación a la final de la UEFA) el ambiente dentro del vestuario no era el mas idóneo. Algunas estrellas como Klinsmann no congeniaban con el entrenador, el cual era atacado por sus propios futbolistas cuando la situación del equipo no iba bien. La propia directiva del Bayern acabó considerando que la mentalidad de Rehhagel no estaba hecha para un club como el Bayern, y acabó cesándole nada mas y nada menos cuatro días antes de la ida de la final de la UEFA (que por aquel se jugaba a doble partido). Con Franz Beckenbauer en el banquillo, el Bayern derrotaría al Girondis en la final. Rehhagel estaba fuera del Bayern, pero el destino querría sus caminos se volviesen a cruzar.

Rehhagel no estuvo mucho tiempo en la cola del parto y pronto recibió la llamada del Kaiserslautern, equipo en el que puso fin a su carrera después de jugar allí durante siete años. Mientras Otto había estado peleándose con el vestuario y la directiva del Bayern, el FCK había firmado una extraña temporada, en la que habían sido campeones de Copa, pero a costa de un descenso a la 2. Bundesliga. La misión de Otto era la de devolver al Kaiserslautern a la máxima categoría y las prioridades del técnico pronto se vieron claras. En la temporada club debía disputar tres competiciones (Liga, Copa y Recopa) las cuales pasaron a ser solo una cuando el FCK fue eliminado en la primera ronda de los torneos coperos. Ya centrados en la Liga, el equipo logró un ascenso relativamente fácil sacándole 10 puntos al Wolfsburgo y al Hertha, segundo y tercer clasificado. De esta tras un año en el infierno, Otto y Lautern volvía a la Bundesliga con ganas de guerra, y este no podía empezar de mejor forma. En la primera jornada el recién ascendido visitaba al campeón de la anterior edición, el Bayern, el cual volvía a ser entrenado por Trapattoni, el técnico que había sido sustituido por Otto en el Bayern. Rehhagel volvía a Munich con ganas de revancha, y su equipo logró el triunfo por 0-1. Los titulares al día siguiente remarcaban el gran triunfo de King Otto, pero también coincidían en que esto iba a ser un pequeño momento de gloria en la que Kaiserslautern lucharía por no bajar. Nada mas lejos de la realidad.

El Kaiserslautern no tenía grandes estrellas. Andreas Brehme era el jugador mas conocido del equipo, pero ya estaba dando sus últimos coletazos como futbolista y su aportación fue mas anímica que otra cosa. Sforza, que había coincidido con Otto en el Bayern, había vuelto a FCK tras su paso por Bayern e Inter. En la delantera Marschall y Rische lograron bastantes tantos, mientras que en el banquillo, un joven Michael Ballack buscaba hacerse un hueco en la élite. Como es evidente, la plantilla era a priori muy inferior a la del Bayern compuesta por jugadores como Kahn o Scholl. Sin embargo, los nombres no ganan títulos, sino que se ganan con trabajo durante todo un año, y contra todo pronóstico el Kaiserslautern ganó el título en la penúltima jornada tras ganar 4-0 a otro recién
ascendido como el Wolfsburgo y después de que el Bayern empatara a cero con el Duisburgo, haciendo que la brecha entre líder y segundo fuera de cuatro puntos a falta de un partido. Aunque el Kaiserslautern no volvió a repetir nada parecido (actualmente se encuentra en 2. Bundesliga de nuevo tratando de subir a Primera) el año siguiente al título liguero firmó una brillante temporada en Europa llegando a los cuartos de final de la Champions, en donde fue eliminado por, como no, el Bayern. Visto lo visto, puede que el Bayern llevara razón y Otto no valga para entrenar a un grande, pero sinceramente, no creo que a Rehhagel le importe.