Por fin vuelve la prestigiosa competición y con ella esa tacita de ilusión que ha perdido el madridismo y que solo la Champions League le puede devolver. En vísperas del partido del Real Madrid- Schalke 04 y tras una semana convulsa en Chamartín por fin hay un motivo para alegrarse, la llegada de la competición en la que el trono del rey solo tiene un nombre, el del Real Madrid.
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| Diario AS, Schalke 04-Real Madrid |
Dentro de cinco días vuelve la magia y con ella el Schalke, un rival conocido en Madrid y que nos trae buenos recuerdos ya que fue unos de los equipos a los que el conjunto blanco se tuvo que enfrentar la temporada pasada para alzarse con la décima copa de Europa. Rival al que el Real Madrid pasó por encima como una apisonadora en Gelsenkirchen donde consiguió perforar la portería de los alemanes hasta en seis ocasiones mostrándose como uno de los equipos más complicados a batir y con un Cristiano Ronaldo que anotó 4 goles en esta eliminatoria . También hizo lo propio en el Santiago Bernabéu donde los de Ancelotti se impusieron por un 3-1 consiguiendo así pasar a cuartos de final. Se repite la repite la historia, se repite el rival y esperemos que se repita el final.
A pesar de que el Schalke 04 no pasa por su mejor momento y de que el Real Madrid consiguió romper esa maldición alemana que le ha acompañado durante años no se puede menospreciar al conjunto de Roberto Di Matteo.
El Real Madrid no es el mismo. No es el mismo equipo que se enfrenó al conjunto alemán hace un año. El cuadro merengue pasa por un bache futbolístico y psicológico. Quizá en cuanto a credibilidad pasa por uno de los momentos más críticos desde que llegara Carlo Ancelotti. Tras la abultada derrota frente al Atlético de Madrid, que fue la confirmación de que el equipo no estaba siendo el mismo que nos hizo campeón, y con el ambiente crispado, por un madridismo decepcionado con la plantilla, el Real Madrid se enfrenta a una demostración de orgullo y fútbol que no pueden pasar por alto.
Los alemanes la bestia negra del Real Madrid. La historia nos invita a temblar cada vez que sale del bombo de la Champions League el nombre de un equipo alemán. Los números hablan por sí solos: 2 victorias, 6 empates y 19 derrotas en 27 visitas, además en 25 de estos enfrentamientos encajó goles en contra lo que supone una gran losa en este tipo de eliminatorias. A pesar de que este complejo que cohabitaba en Chamartín ha dejado de existir, siempre es un factor psicológico negativo para el Real Madrid que el equipo que tenga enfrente sea alemán.
Momento para reivindicarse. Es una oportunidad única para que los seguidores del equipo blanco puedan disfrutar en directo de la remontada de su equipo. Y es que que mejor escenario que la Champions para volver a reencontrase con el Real Madrid que hace tiempo dejo de maravillarnos con su juego, que mejor que hacerlo en la competición a la que los madridistas le tienen un cariño especial y que mejor que volver a demostrar que seguimos siendo el mismo equipo que conquistaba el mundo hace poco más un mes y ante los ojos de toda Europa, ojos que ya consiguieron deslumbrar hace no tanto tiempo.
