El cholismo sigue creciendo como filosofía futbolística y hoy analizaremos en esta sección a un central que es cholista. La intensidad puede ser la característica que define con más exactitud a este central. Álvaro González ha ido ganando peso en el equipo gracias a su contundencia y la seguridad que aporta en defensa. En el Zaragoza apuntaba maneras de ser un buen central y este curso está dando el salto de calidad para solicitar un hueco en el once del equipo.
Álvaro González ha experimentado en primera persona dos años consecutivos bajando de categoría. Se formó en el Racing, equipo en el que debutó en Primera División e incluso declinó una oferta para ir al Dnipro en noviembre de 2011. Sin embargo, la temporada siguiente viaja a Zaragoza y a pesar de los malos resultados se convierte en un titular indiscutible del equipo. Va reforzando su carácter, mejora su posicionamiento táctico y no rehuye nunca al choque con los delanteros. Sus buenas actuaciones no pasan desapercibidas para la selección nacional y es convocado en la categoría sub-21.
Este año partía de suplente, pero la lesión de Héctor Moreno le abrió las puertas de la titularidad. Es un artífice vital en la fortaleza del equipo en su feudo, solo ha encajado el Espanyol 11 goles jugando como local. Su velocidad le permite adelantarse a los delanteros rivales y no duda en salir al cruce para realizar coberturas a sus compañeros. En definitiva, un defensa que todo lateral agradece por la gran cantidad de campo que es capaz de abarcar. Además, en el marcaje hombre a hombre saca ventaja por su gran condición física.
Este central tiene mucho recorrido para el futuro de la Liga BBVA. Sus condiciones físicas le permiten ser un defensor muy complicado para superarlo y con el tiempo seguirá creciendo a nivel táctico. Hoy tendrá a Fernando Torres, un delantero físicamente potente con ganas de estrenarse en Liga. Gran parte del partido se decide con la capacidad de Álvaro para anular al «Niño» que intenta hacerse grande.
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