Frascos  de muestras de dopaje (Foto web de la FIFA)
“El fútbol español está limpio. Aquí nos hemos tomado muy en serio esta asignatura. Y no hay diferencias entre unos deportes y otros”. Estas palabras las pronunció el ex Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, en un acto en 2011, pero, ¿es eso cierto? ¿Se ha hecho todo lo posible para erradicar el dopaje en el fútbol español?
Poco después se vio que no era del todo cierto (caso de Dani Benitez en 2014). Incluso no podemos saber si hasta entonces lo era así, ya que, por entonces, simplemente con análisis de orina no podían detectarse todas las sustancias prohibidas. Los controles antidopajes hasta el año 2013 eran muy pobres en nuestro país (sólo orina y pocos análisis). No se sabe si esta decisión era así por enmascarar algo o porque íbamos a la cola de Europa, pero, afortunadamente, ahora ya no es así.
Controles
Los controles, desde la temporada 2013/2014 los realiza la Agencia Estatal Antidopaje, en detrimento de la Comisión Antidopaje de la RFEF (que hasta la fecha eran los únicos con la autoridad para poder hacerlos). Antes, cada principio de temporada, se determinaba, mediante sorteo ante notario, qué partidos eran los elegidos para realizar los controles. Por cada jornada se elegían dos partidos de la Liga BBVA (más dos suplentes) y dos partidos de la Liga Adelante (más otros dos suplentes). Lo de elegir partidos suplentes era por si los dos partidos elegidos se jugaran en sábado, para poder realizar, al menos, un control el domingo. En este caso, se cambiaría el segundo partido seleccionado por el primer partido suplente.
Los controles, realizados por médicos designados por la Federación, se hacían en una sala habilitada que hay en cada estadio, sala que única y exclusivamente se utiliza para la recogida de muestras, y el azar es el que determina los jugadores que han de pasarlo. En cada uno de los partidos que hemos dicho anteriormente se determina por sorteo tres futbolistas por cada equipo (dos que han de pasarlo y un suplente). En el descanso se les avisa para que, tras el partido, vayan directamente a la sala y se sometan al control (orina). Esas muestras, más adelante, serán analizadas por la Comisión Antidopaje, terminando así el proceso.
Hasta la entrada de la Agencia Estatal Antidopaje era así, pero ahora la cosa ha cambiado, endureciendo las sanciones y haciendo más controles. Además, se ha añadido el análisis de sangre, ya que sólo se realizaban análisis de orina a los jugadores, algo que posiblemente haya enmascarado algunos otros casos de dopaje. Esto ha podido ser así porque las muestras de orina son fáciles de manipular con otras sustancias. Por su parte, con los controles de sangre se pueden detectar un mayor número de sustancias como la EPO o transfusiones de sangre, algo prohibido en nuestro país.
Casos
Durante la historia de la Liga ha habido algún caso de dopaje. El primer caso fue el de Dragan Pusinic, jugador del Castellón que dio positivo por codeína en el año 1992. En su caso no hubo sanción, puesto que, además de no jugar aquel partido, se demostró que provenía de un medicamento para combatir una enfermedad. Después vendrían otros como Julio Soler (Albacete), José Sánchez Lorenzo (Racing de Santander), o Toni (Valladolid), absueltos por faltas de pruebas o errores médicos.

Los primeros casos probado y sancionados fueron los de Monsalvete (Figueres) y Aguirretxu (Celta de Vigo). Al primero se le condenó a dos meses de sanción por consumir cocaína, mientras que al segundo le cayeron seis meses tras detectar consumo de nandrolona. Los últimos casos más sonados de dopaje en el fútbol español han sido los de Gurpegui (Athletic Club de Bilbao), Giovanella (Celta de Vigo) y Dani Benitez (Granada).

Dani Benitez ha protagonozado el último caso de dopaje en el fútbol español (Foto Marca)

 

El jugador vasco Gurpegui protagonizó, en 2002, uno de los castigos más severos, al ser sancionado con dos años de inhabilitación tras haber consumido norandrosterona antes de un partido frente a la Real Sociedad. Igual de dura fue la sanción impuesta a Giovanella en 2004 tras incautar en su organismo nandrolona. Por su parte, el jugador del Granada, Dani Benitez, dio positivo por cocaína, en 2014, y su sanción, aún vigente, no termina hasta febrero de 2016.
 
De momento no ha habido más casos, y esperemos que esto siga así por el bien del deporte y del espectáculo. Lo que sí podemos decir es que ahora la Liga está más protegida frente a aquellos que quisieran jugar sucio.