Premier League es, y será, sinónimo de espectáculo, de balance competitivo y de oportunidades.Éstas se presentan ante los equipos relativamente inferiores en bandeja de plata: contrato televiso de grandes proporciones, balance económico positivo y talento importante de fábrica. Todos factores que hoy dan pié a la generación de la ya mencionada competitividad, sí, mas hay un factor importante que diferencia a éstos equipos: el cómo.

El cómo se gana, el cómo se juega. Eso contrasta los equipos, y en este caso, no deja bien posicionada a la Premier ante las otras grandes ligas. El equipo promedio inglés está habituado a muchos beneficios, por ende es difícil conseguir uno que los explote dentro de un estilo que, sobre todo, sea sostenible.

Dentro de los sabios con ideas diferentes se encuentra un hombre el cual dio identidad a un Crystal Palace que, antes de que él llegase, era sinónimo de descenso: el mismísimo Tony Pulis.

Gorra y chándal como metodología de vida; Pulis logró volver a la escena de la Premier con el interesante proyecto de un West Bromwich con ganas. El resultado hasta ahora ha sido el deseado, el camino ha variado, sí, sin embargo los principios siempre los mismos.

PRIMERA IDEA


Con su llegada, el West Brom se vio contagiado de una alta disciplina y orden –especialmente táctico-. Dotó al equipo de un 4-3-3 con piezas claras: Línea de 4 con centrales naturales como carrileros, trivote sólido y energético con Yacob como ancla fija, además, un tridente con Berahino y Brunt como enganches que participen en las labores defensivas y un Anichebe que se colocaba como único ente presionando en campo rival.

Esto sólo desde un preámbulo superficial, ya que semejante labor que contrastaba altamente el repliegue con el despliegue contaba con muchos matices a profundizar:

(A) Reacción ante la generación ofensiva rival: Simplemente con ver las características propias y el uso de las herramientas anteriormente mencionadas podíamos intuir que el West Brom no tenía intenciones de mover la pelota desde el inicio, sino más bien ceder esa labor al rival.

Al ceder la posesión, el equipo de Pulis se encontraba con el deber de defender lo suficientemente bien como para forzar errores rivales dentro de esa fase. La aplicación a esa premisa era la siguiente:

Bloque bajo con 5 hombres, transformando el 4-3-3, en 4-1-4-1. Todos los volantes se posicionan unos metros atrás de la línea de mitad de cancha; extremos fijaban continuamente a los jugadores de banda rival, y los laterales propios se cerraban para neutralizar completamente el juego a espaldas de los delanteros contrincantes.

El punta, en este caso Anichebe, se colocaba como único ente para la labor de desnaturalizar la salida del oponente.


Ahora, si el contrario lograba –bajo cualquier circunstancia- adelantar metros los baggies se daban la tarea de cerrar líneas esperando el error o retroceso rival.



El trivote contaba con dos funciones claras: (1) se mantenía siempre junto para dividir sectores, es decir, para evitar la unión entre los puntas y los volantes contrarios. Si un punta intentaba acercarse para recibir, automáticamente el central lo iba a presionar; si el dicho punta no intentaba acercarse a sus volantes, pues simplemente el trivote del West Bromwich seguía con el pressing contemplativo. (2) Justamente el efecto de dicho pressing era obligar al los enganches oponentes a acercarse para que intentasen generar y romper el trivote, mas lo que hacían era reducir sus opciones, e inclusive otras variantes para el rival como eran los laterales estaban marcados por los extremos de Pulis que se mantenían bien retrasados.

Por último dentro de esta fase encontrábamos a un WBA que entendía a la perfección que hacer si los adversarios querían dotar de velocidad y sorpresa a sus ataques.


Como se ve, inclusive si un central iba a marcar las espaldas de recepción de un individuo ofensivo oponente, la línea de 4 se daba el lujo de contar con coberturas de los laterales al espacio dejado por el central, y justamente esto daba garantías porque los laterales usados eran centrales naturales(Wisdom o Dawson por derecha; Baird por izquierda). Y claro, a dicha dinámica se le suma el repliegue bajo del trivote y la cobertura de los extremos hacia las bandas, como resultado se conseguía anular al contrincante ofensivamente a través de la división entre sus líneas y la presión hacia sus zonas de recepción de sostén en el centro del campo.

(B) Repliegue por los costados: Otro recurso de los equipos que se enfrentaban a los de Tony Pulis era el uso de los costados, y nuevamente, los baggies lograban incomodar intensamente esta función.


Como siempre, los 4 defensas muy juntos, extremos como prácticamente laterales, y además a esto se le agrega el rol de los volantes, ya que el mediocentro, Yacob, aguantaba la posición para evitar un receptor desde afuera que diese variantes a la jugada; el interior, en este caso Morrison, se coloca al frente del adversario que movilice la pelota, individuo que generalmente era el lateral. Se imposibilita la circunstancia del 2 vs. 1 a favor del oponente.

Pulis cuida cada detalle, y en caso de que el extremo opuesto lograse posicionarse para centrar al área de Foster, este se encontraría con receptores ahogados en una inferioridad numérica bastante llamativa.


(C) Juego ofensivo: La cosa acá era un poco menos profunda, obvio, después de semejante desgaste que genera el repliegue parece evidenciarse que la ofensiva no sería otra cosa más que el intento de llegar al área rival con transiciones largas y sorpresivas. De hecho, una de las conexiones con mayor entendimiento entre los componentes fue Lescott y Anichebe, un central y el único punta, lógico dentro de lo que cabe.

La cosa es como reaccionaba el West Brom posteriormente al balón largo, ya que acá se vio lo más elaborado dentro de esta fase. Generalmente el extremo cercano a Anichebe buscaba dar el pase a diagonal al volante o al otro extremo que entraba en profundidad. Berahino entraba constantemente por la banda zurda.


El problema radicaba en que era muy poco, y que cada partido, aún con todos los aciertos defensivos, era muy trabado ya que los ataques eran limitados en relación a los recursos. Se necesitaba más atrevimiento, y vino.

TRANSICIÓN


Callum McManaman y Darren Fletcher llegaron para hacerse paso en la plantilla, y eso más los destellos de Berahino, Ideye y Sessègnon produjeron en Tony Pulis una profunda reflexión sobre la estructuración de la plantilla en orden de lo que era –y es- mejor para la misma; su idea tenía que evolucionar.

El día de la prueba fue ante Tottenham, no tan buena idea: contextualizando, de primeras los Spurs se mostraban mucho más seguros que los de Pulis en cuanto a juego. Por ende, el resultado fue una derrota por tres goles a cero. Golpe duro, pero de alguna manera necesario, mas no, el técnico galés no seguía seguro sobre el funcionamiento y el cómo jugar de su escuadra.

Se volvió a la primera idea. El rival de turno era el Burnley. Resultado nuevamente desastroso, perdida por dos goles a cero al finalizar la primera parte de juego. La inestabilidad entre ideas y sistemas no ayudaba, y de hecho, los elementos tampoco, porque para entonces ni Brunt ni Fletcher hacían el trabajo necesario de interiores y siempre regalaban los espacios a Ings y Barnes. Se repetía la historia.

Por consecución de lo ocurrido en la primera mitad, Pulis en ese mismo partido mete varios cambios en la segunda parte, esperando la mejora. Esta vez, el pitido final se llevaría un 2-2. Gran partido por parte de los entes ofensivos, hubo desorden, sí, pero todo parecía bastante claro después de varios golpes: se tenía que combinar ese potencial ofensivo con el método Pulis.

El desdoble de los extremos, el juego cerrado de los laterales, el equilibrio de los mediocentros…todo se unificó con el concepto ofensivo de Ideye, Berahino y cía. Contra el Swansea sería la prueba inicial, y todo resultó dentro de lo esperado. 2-0 a favor de los baggies. Doble pivote Yacob-Fletcher más dos extremos, uno con balance y otro con regate –Morrison y McManaman en ese orden-.Como segunda punta un Berahino sacrificado que aprendió lo que era colaborar con el rol que vivió dentro de la primera idea. Por último, de punta Ideye, el gran fichaje veraniego.

Posteriormente, se confirmó todo con el contundente 4-0 ante el West Ham –sorpresa de la temporada hasta no hace mucho-. Se agrandó todo contra el Southampton ya que con gol de Berahino el local para entonces se llevó una importante victoria ante la máximo revelación del campeonato inglés.

CONCRETADA: SEGUNDA IDEA


(A) Reacción ante la generación ofensiva rival: Al jugar con cuatro mediocampistas el WBA perdía uno de los factores que más le beneficiaban, su presión ante el predilecto doblepivote + MP de los rivales en la Premier. Pulis sabía lo importante que esto era, y no lo desechó, lo contrario.

Se reutilizó esta idea, pero esta vez con otros matices: el trivote se forma cuando el balón llega a los MC’s rivales. El mediocentro propio –así sea Yacob o Fletcher- sale de posición a presionar en conjunto a retrasado Berahino para así formar un trivote. Por otro lado, los costados se siguen cuidando bastante, no se pierde la disciplina implantada por el técnico dentro de ese punto.
  


(B) Repliegue por los costados: Se mantuvo el principio de mantener mucha gente en los costados para neutralizar posibilidades rivales.

Cuando la jugada era más de transición que otra cosa, la postura del West Bromwich era la siguiente:


Mientras que si la jugada era más cercana al área la idea consistía en lo siguiente:


(C) Juego ofensivo: 4-4-1-1 como pan de cada día, y con éste un juego muy contundente y claro en cuanto a sus automatismos. Berahino como segunda punta se presenta en diferentes momentos con la oportunidad de apoyar la instancia defensiva del West Brom. Ideye más posicional y cayendo en banda del extremo que cuente con menos despliegue –generalmente Morrison-.

Justamente son los extremos los que juegan un factor clave, ya que presentan las variantes necesarias como para apoyar al equipo en la mayor cantidad de variables posibles: se juega con un extremo posicional –véase Morrison o Gardner-, y con otro con mayor despliegue –véase McManaman o Sessègnon-. Claro, todo eso acompañado de un doble pivote firme con Yacob y el ex Manchester United, Darren Fletcher. Por último, pero no menos importante, se denota un importante rol en los laterales que son Dawson y Brunt, ambos jugadores no naturales de dicha posición, pero que su participación desde ahí genera la magnificación de la presencia de variables. Brunt por el carril zurdo aporta una alta eficacia al centro, mientras que Dawson por derecha significa solidez y corte rocoso a la defensa.

Tácticamente se expresa de la siguiente forma:

Juego vertical/contraatque: Desde este ámbito se generan la mayoría de las ofensivas de los del Pulis. El mediocentro rompe desde atrás en orden a generar espacios libres al cuarteto ofensivo, y, en espera de la subida del lateral. Posteriormente, ambos puntos se llegan a  interrelacionar concentros nacientes en la zurda de Brunt, concretados por Berahino o Ideye.


-Juego horizontal/ataque posicional: Acá se denota a un equipo que si inicia el ataque desde el costado derecho, cuenta con dos posibilidades claras, la de esperar la diagonal de uno de los puntas al espacio para dar el pase, o, la de conectar con los otros volantes, paralelamente entra la importancia del ataque desde la izquierda, ya que acá radica Morrison, jugador que sostiene constantemente el balón esperando la subida de Brunt, siendo más un ‘8’ que un extremo como tal.


PARTIDO A PARTIDO


Un estilo de fútbol muy claro, conciso, y sí, muy inglés a la vieja escuela. Con pocas falencias, una de ellas es la poca verticalidad que pudiesen tener sus extremos si se juega con Morrison y Gardner, ambos tipos más de corte de volante que de winger vertiginoso. Sin embargo, de una u otra manera es un estilo que parece sacar lo mejor de sus jugadores. Los resultados se dan, y tanto vuelta de cabezas –y por ende de ideas- ha dado a nacer la sorpresa de la vuelta del campeonato inglés. El proceso Pulis ya ha dado resultado.