«O nos quedamos aquí dejándosos machacar o luchamos por volver a la luz». Esta frase de la gran película «Un domingo cualquiera» de Oliver Stone refleja en gran medida el sentimiento cadista ante el partido vital contra el Athletic B. El domingo puede ser un día cargado de ilusión y felicidad o una jornada calurosa desapacible con tristeza generalizada. Tras la decepción por la derrota en San Mamés, el cadismo vuelve a resurgir y gritar con la mano en el corazón: Sí se puede¡¡.  En palabras de Claudio Barragán: «queda una bala y hay que apuntar bien».

Es momento de aparcar las fricciones y evitar buscar responsables de la situación. El reto es complicado, pero tenemos ejemplos recientes en el caso de Zaragoza o Las Palmas que dieron la vuelta a eliminatorias con resultados similares. Este día señalado requiere del «regreso» de jugadores fundamentales en el equipo cadista: Juan Villar o Airam entre otros. La inclusión de Migue García puede aportar más desborde por banda y crear nerviosismo en los centrales vascos ante el aluvión de llegadas del Cádiz. La temperatura del estadio está llamado a ser un factor decisivo porque los «leones» no están acostumbrados a estos ambientes y es una incógnita saber que respuesta ofrecerán.

En el partido de ida sufrimos ante el recital ofensivo de las bandas del conjunto local. Lekue y Sabin buscando a Santamaría y obligando a los centrales cadistas a multiplicarse. La velocidad de los hombres de bandas exigirá un esfuerzo doble al Cádiz para realizar ayudas a sus laterales (Óscar Rubio y Prada). En este momento, retomamos el concepto de pulgada a pulgada. En San Mamés, los balones divididos siempre eran propiedad del Athletic B y en Carranza eso está prohibido que ocurra. Hay que combatir para intentar que los jugadores del Athletic se vean sobrepasados por el ambiente y disparar las dudas de un equipo lleno de chavales. La presencia de un jugador como Machado para filtrar balones a la espalda de los centrales se antoja fundamental en la destrucción del muro vasco.

Llega la hora del cadista. Esos que nunca fallan y siempre demustran que son el mayor activo del club. Las temperaturas rondaran los 40 grados y en los momentos que falten piernas en el campo, tú seguro que dejarás la garganta para animar a tu equipo. Señores, debemos creer porque es el primer paso en la consecución de los objetivos. Desde la playa, tu casa, el campo, algún rincón de Alemania… todos empujaremos cada balón para que bese las redes de la portería. Vamos a desterrar los tristes recuerdos de Alicante, Getafe o Lugo. El domingo se escribe la historia y TU empiezas a jugar desde el primer segundo del partido.

VAMOS CÁDIZ¡¡