Muchas veces se asocia la figura del futbolista delante de un micrófono con un individuo incapaz de articular dos frases coherentes o simplemente con aquel que responde exclusivamente con monosílabos o tópicos manidos y desgastados relativos al deporte rey. Muy pocas veces nos encontramos ante jugadores que establecen la reflexión como una forma de vida.
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La figura del argentino JorgeValdano nos sitúa de forma ineludible e inseparable ante un futbolista analítico ante los enigmas que nos plantea la vida y el propio fútbol. La carrera deportiva de Valdano vino determinada por su momento cumbre y probablemente el de cualquier jugador, que no es otro que el título mundial alcanzado en México 86 al lado de la mejor versión de Diego Armando Maradona y anotando uno de los goles decisivos de la final ante Alemania. Delantero corpulento, no se caracterizaba por una especial habilidad anotadora para su demarcación. Su trayectoria profesional se desarrolló en Newell´s Old Boys, Deportivo Alavés, Real Zaragoza y Real Madrid siempre mostrándose defensor del buen gusto futbolístico “Algunos dírán que en fútbol sólo interesa ganar y otros, más cándidos, seguiremos pensando que si esto es un espectáculo también importa gustar”.
La transición del rectángulo de juego a la banda era el paso lógico y esperado. Paradójicamente, a pesar de sentarse en el banquillo de equipos como Real Madrid y Valencia, su etapa más recordada fue la primera, la del CD Tenerife. En la isla mostró su capacidad para diseccionar magistralmente las entrañas del fútbol y para dirigir un equipo obsesionado con el buen trato del balón y el juego ofensivo. “En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha”. Pasará a la histora como el hombre que le quitó al Real Madrid dos ligas consecutivas en la última jornada.
Tras el periplo por los banquillos Jorge Valdano pasaría a desenvolverse con maestría entre despachos, micrófonos y plumas con una precisión quirúrgica en diferentes medios de comunicación y obsequiándonos con diversos libros. Esta versión de Valdano es la realmente sorprendente y exquisita, la del pensamiento rápido, como si de un futbolista eléctrico se tratara, aquel delantero imparable que te desnuda con una afirmación rotunda que al intentar rebatir o cuestionar, produce la imagen de un defensa con la cintura rota expuesto públicamente ante una reflexión magistral que hace inútil cualquier esfuerzo.
El verbo hecho arte, frases lapidarias de fútbol y desde el fútbol, desde la experiencia acumulada y las vivencias producidas dentro y fuera de una cancha: “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”. La repercusión del argentino va mucho más allá de un rectángulo de juego, porque el fútbol está plagado de metáforas, de un hipérbaton clasificatorio constante y la historia de este deporte es una alegoría interminable.
Jorge Valdano siempre quedará en el recuerdo de los aficionados rodeado de los Passarella, Burruchaga, Pumpido, Ruggeri y por supuesto Maradona, en el mundial en el que Dios se disfrazó de argentino mientras le daba la espalda a los ingleses para levantar la segunda y última copa Jules Rimet del país sudamericano y asímismo es y será una referencia en cuanto al análisis de conductas, actitudes y estilos. Cuando filosofar se convierte en un hábito y una forma de vida, mientras haya un balón que eche a rodar, habrá un momento, un instante para la reflexión del como y el porqué y todos debemos permanecer atentos e impacientes a la espera, porque “el silencio es la antesala de la palabra”.
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