Como bien dice mi compañero de blog, para que haya una decepción debe haber primero una esperanza al respecto del suceso, de la persona o del objeto que te ha causado esa tremenda, o no tan tremenda, decepción. Sin esa esperanza, expectativa o llámesele como se quiera, no hay posterior decepción. Sé que esto es un blogg de fúbol pero espero que mis palabras trasciendan el mero hecho balompédico.

Como tengo la esperanza de ver un fútbol romántico, casi infantil, me decepciona ver a jugadores que se tiran buscando sacar ventaja perjudicando a un compañero, a un rival en ese momento. Me decepciona porque espero que haya nobleza en el juego, en cada lance, en cada disputa. Me entristece ver la voluntad de engañar, de falsear las cosas que cada día impera más y cuyo ejemplo se escampa como el rocío en las noches de invierno, impregnando hasta la más pequeña hoja de romanticismo y nobleza que le pueda quedar a este deporte.

 

No todo debería de valer. Vía tn4.kn3.net

Como no creo ni creeré nunca en conspiraciones judeomasónicas, me decepciona terriblemente consultar los periódicos que hablan de corrupciones futbolísticas, de amaños de partidos, de sobornos a gran escala para cambiar decisiones, para favorecer intereses comerciales y no futbolísticos. Se habla de árbitros cómplices, de jugadores sabedores, de directivos manipuladores y todo esto unido deja por los suelos la imagen del fútbol que todos buscamos y queremos, un fútbol limpio, honrado, honesto y sin más intereses que los de ver rodar el balón y a 11 jugadores dar lo mejor de sí mismos en busca de la victoria.

 

Como siempre me quedará el fútbol base, tengo la esperanza de ver partidos sin insultos, de gozar de la inocencia pueril, de disfrutar de sus sonrisas de felicidad. Tengo la esperanza de ver padres que disfrutan con sus hijos sin presionarlos, sin querer hacer de ellos lo que no son, sin querer ver en ellos lo que no hay, sin conducirlos al abandono prematuro del deporte que les ha hecho mejores personas y mejores deportistas. Será siempre una decepción ver gente que prima el resultado por encima del juego de los niños, que prima el ganar por encima de que sus hijos sean felices. 

 

fcylf.es

 

@vicentsarrion