Según estamos viendo estos últimos tiempos parece que el equipo blanco y su presidente Florentino Pérez han dado un giro en su política de fichajes en contraposición a la nueva política de un FC Barcelona que está apostando por buscar en el mercado galácticos en vez de apostar por su abanderada masía.
 
Con un año en blanco tras las espaldas, Florentino siempre ha apostado por tapar esas carencias futbolísticas con fichajes de gran peso, trayendo a estrellas y devolviendo a la afición esa ilusión con grandes desembolsos de dinero. Pero ya hemos entrado en el mes de julio y ningún gran fichaje se ha anunciado, ni tan siquiera se rumorea. Por el contrario lo rumores de salidas importantes no hacen más que retumbar. La posible salida de Sergio Ramos es un problema que no deja de enquistarse, sumado a los rumores que respaldan la posible salida de Isco a la Juventus, entre otros.
 
La pesadilla de la temporada no ha acabado y las malas noticias son las únicas que le llegan a los aficionados del Real Madrid. No solo no llegan fichajes ilusionantes sino que la sensación de perder a uno de los jugadores más importantes del equipo extiende la opinión de que si esto sucediera la continuidad del presidente sería mas que dudosa o por lo menos cuestionada.
 
Parece que la mentalidad de Florentino ha cambiado y que quiere empezar apostar por fichajes de índole discreta y económica y dejar a un lado la época de los galácticos que lleva acompañando al madridismo durante años. En muchas ocasiones para tapar la mala gestión del equipo, los años duros y las caídas pero es innegable que lo que siempre ha conseguido con ellos es devolver la ilusión a una afición que acababa decepcionada con su equipo.
 
Ahora no es decepción sino enfado y miedo. Enfado por no hacer más porque un equipo mantenga a su capitán insustituible, enfado por ver como durante años se han gastado cantidades indecentes de dinero en futbolistas que han fracasado y que ahora cuando más se necesita se quede la duda y quizás no se haga, enfado por que pueda dejar marchar al alma de este Madrid. Y miedo por ver a un Barcelona, que contra sus supuestos principios, apunta a fichar alto y que espera con ansía incluir en su plantilla a Pogba.

 

 
Es posible que Florentino no se equivoque con dejar de invertir en más jugadores de gran nivel porque la plantilla está a la altura de este equipo, pero indudablemente se estará equivocando si deja a ir a las estrellas que tiene en su propio club para sustituirlos por simples promesas. Si es una cuestión de inversión (que ahora nos se está haciendo ni dentro del equipo ni fuera), habría que primar que se hiciera dentro. Amarrar a los jugadores que dan sentido a este equipo es la primera premisa para que el Real Madrid pueda triunfar realmente.