Wankdorf Stadion
Corre el año 1958. El Real Madrid es el total dominador del fútbol europeo, con el gran Alfredo Di Stefano como estandarte. El FC Barcelona, había pasado por grandes momentos, era aquella epoca de Cesar y Manchón.
Miró Sans fue el primer presidente electo de la historia del club culé. Entre sus cometidos, necesitaba resurgir el plano deportivo y el social. Para el segundo comenzó la construcción del Camp Nou. Para el primero, estaba a punto de encontrar una expendida solución.
En el plano deportivo, Sans empezó por lo básico, un gran entrenador. Helenio Herrera era el técnico elegido. Mas adelante llegaron a costas del mediterráneo dos de los conocidos ´Magican Magyars´, apodo que recibía la majestuosa selección húngara de la época.
La final del 61.
El Real Madrid, tras conseguir dos títulos de Europa seguidos, se presentaba ante el FC Barcelona en la primera ronda de la Copa de Europa. El equipo blanco perdió, lo que fue una decepcion mayor para el equipo de Chamartin. Tras eliminar al equipo madridista, los cules veían ante si la mejor oportunidad de alzarse con la Copa de Europa.

Hasta la final, todo fue un camino de rosas. El único hueso duro de roer se lo encontraron en la semifinal, el Hamburgo, el otro favorito al titulo. Tenían el exito en la punta de las manos.

Suarez acaba de ser elegido mejor jugador de Europa, y ya había fichado por el Inter de Milan, cuyo entrenador, curiosamente era Helenio Herrera. El equipo blaugrana era el indiscutible favorito, un favorito comandado por Kocsis, Czibor, Kubala y Evaristo entre otros. El rival, el Benfica de Eusebio, que se perdería dicha final. Sobre el papel, todo parecía que la primera copa de Europa llegaría a las vitrinas del nuevo Camp Nou.

El campo elegido para dicha final fue el Wankdorf-Stadion de Berna, donde solo un partido importante, el mundial de Suiza de 1954, había sido disputado en ese precioso y vetusto estadio.

Comenzó con el guion esperado el encuentro en Suiza, el equipo catalán se adelantaría pronto, con un golazo de Kocsis en el minuto 20. Parecia todo encarrilado para los catalanes. Ramallets, uno de los quizas mejores guardameta de la historia blaugrana paso su peor día aquella tarde de 1961.

Dos errores del catalán pusieron por delante al equipo portugués, para sorpresa de los espectadores allí presentes, incluidos jugadores del FC Barcelona incluidos, que no cabían en su asombro de como se les podría estas escapando la final.

Suarez, no estaba como antes. Su cuerpo estaba en Berna, pero quizás su mente estuviera en San Siro, Kubala tampoco estuvo con la brillantez que se esperaba, pese a que luego se supo que jugo infiltrado, ya que estaba lesionado.

La fatidica segunda mitad.

La reanudación del encuentro fue la peor esperada para el equipo catalán. Un lejanisimo disparo de Coluna, el hábil jugador mozambiqueño ponia el 3-1 en el marcador. Desde este instante, aparecieron los palos. Hasta cuatro lanzamientos estrello en la madera el combinado blaugrana. El mas espectacular fue en una jugada de Kubala, que fue de palo a palo para acabar muriendo en las manos de Pereira, portero portugués.

Czibor logro el segundo para el Barcelona, pero fue inútil. El FC Barcelona perdió la final y la primera gran ocasión de conquistar su primera copa de Europa, algo que hasta el año 1992, no se haría realidad.