El fútbol, y el deporte en general es un nexo de unión entre padres e hijos. Al llegar el fin de semana, o en cualquier momento de tiempo libre, se aprovecha el fútbol para poner puntos en común entre padres e hijos, ya sea practicándolo u observándolo. El fútbol, como el deporte en general, es una actividad que aporta un gran rendimiento a la educación.
En pocas ocasiones veremos a los niños disfrutar más que cuando sus padres practican deporte con ellos, cuando alientan sus progresos, cuando les enseñan o directamente les “entrenen”. Practicar deporte también genera beneficios para los padres, pues pueden descansar del estrés de su trabajo y mantenerse en forma.
En el fútbol la imagen de los padres es elemental para la formación de los hijos. Pero esta formación puede ser tanto positiva como negativa. Una mala formación por parte de los padres podrá dañar la conducta de los niños. Sin embargo la positiva formación por parte de los padres generará la adquisición de valores eficientes para convertirse en un buen futbolista.
En la actualidad, los niños están sometidos a una gran presión por sus padres y esto puede definir su desarrollo tanto como futbolista como persona. Son muchos los partidos de fútbol en los que vemos que los progenitores no tienen conductas apropiadas. Es más estamos bombardeados constantemente por noticias en las que en categorías inferiores los padres han tenido que ser expulsados de algunos estadios.
En muchas ocasiones los padres olvidan que sus hijos ya tienen una figura a la que seguir, su entrenador. Si los padres dan opiniones distintas a las que el entrenador ha marcado, los jóvenes futbolistas podrían confundir los mensajes y no saber a quién hacer caso. El objetivo con el que un padre apunta a su hijo/a al fútbol tendría que ser verle disfrutar. Pero, en muchas ocasiones, las ansias de que sus hijos se conviertan en los próximos Messis o Cristianos, desvían este primer objetivo. Otra de las razones para traspasar este objetivo es el simple hecho de presumir de su hijo/a delante de los demás.
Padres e hijos disfrutando del fútbol (Foto: Marca).
No obstante, también existen los padres llamados “positivos”. Estos padres estimulan a sus hijos y se inquietan por sus partidos y entrenamientos. Llegan a transmitirles pasión pero sin llegar al punto de la presión, incluso llegan a animar a sus hijos por el simple hecho de jugar o entrenar.
Por último me gustaría dar un consejo para todos aquellos padres. La felicidad de vuestros hijos está por encima de todo y todos. Felicitale por participar no por ganar, incluso aunque cometa errores o pierda.
Marta y Vicent, Directores de este original blog y orgullosos de hacer lo que hacemos por el fútbol y por las personas que lo practica.Y recuerda que...
"Todo el mundo sabe de fútbol pero pocos lo entiende"
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