Robert Ibáñez abraza a Sandoval tras la consecución de una victoria.
Parecía desterrado. Su más que escasa apariencia en los últimos partidos, sumada a la mala actuación en su vuelta en el partido ante el Rayo Vallecano, parecían condenarle al banquillo, incluso a alejarle de la convocatoria. Lejos de ello, Sandoval volvió a apostar por él también ante el Athletic, siendo uno de los elegidos para formar en el once revolucionario confeccionado por el técnico rojiblanco. El parón de selecciones ha servido para que el entrenador busque alternativas en el juego, y ha visto en Robert Ibañez una alternativa más que válida, aunque no sin aportarle la confianza necesaria.

La cara es el espejo del alma, y cuando un jugador crece en confianza, crece en todos los ámbitos y aspectos futbolísticos. El pasado sábado pudimos ver al Robert Ibáñez más eléctrico, al más luchador, a aquel que no da jamás un balón por perdido, y que deja todo lo que tiene en el campo. El jugador valenciano aportó su granito a la cesta del esfuerzo colectivo, lo que sirvió para hacer suya la banda izquierda, y hacer suya y del equipo la primera victoria del equipo nazarí en el estadio Nuevo Los Cármenes; la segunda en lo que va de temporada.

Habrá que ver si Sandoval apuesta por su presencia en el once, ante el importante partido de este sábado que enfrentará al Granada contra el Málaga. Aunque visto lo visto, pocos o muy pocos dudan de la no presencia de Robert en el once, en un partido crucial para ambos conjuntos.




Artículo realizado por David Jesús García Leyva (@DavidGLeyva).