En estos últimos días del año, todos hacemos balance de lo bueno y malo, como decía aquella canción de Mecano. El Rayo Vallecano no va a ser menos. Se consiguió un año más la permanencia, y ya van 5 temporadas consecutivas en la máxima categoría. Se va liquidando la deuda con la Agencia Tributaria. Se consiguió algo más de estabilidad en la plantilla manteniendo más jugadores que en temporadas anteriores… pero la parte negativa está lastrando lo bueno que podemos tener.

  El rayismo se encuentra en un momento de locura absoluta. Los encuentros en Vallecas, lejos de resultar una fiesta como lo eran hace unos meses o años, son una mezcla de silencio, pitos entre aficionados y reproches en todas las direcciones.

  Todo comenzó cuando los Bukaneros anunciaron una huelga de animación al verse una vez más, perseguidos tanto por las autoridades como por toda la cúpula directiva. Este gesto, al principio fue respetado por la grada, pero una vez van pasando los encuentros, aficionados de otras zonas del campo, están comenzando a pitar a los propios Bukaneros cuando éstos piden la dimisión del Presidente Raúl Martín Presa.
  
  El propio Paco Jémez ha tomado partido en este entuerto, y ha declarado que si la situación continuara así, de ninguna manera firmaría un nuevo contrato con la entidad rayista. A esto se le unen unas declaraciones en las que tachó de «tontos» a algunos aficionados que se tomaron a guasa la compra de un equipo en Oklahoma  por parte del máximo accionista, haciéndo que éstos se sintieran ofendidos. 

  Por otro lado, la masa social general franjirroja, sigue totalmente en contra de la gestión del club por Martín Presa en varios aspectos, como el maltrato al equipo femenino, al Rayo «B» o las categorías inferiores.

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  En resumen, el Estadio de Vallecas es un estadio enfrentado en todos los sentidos. Bukaneros contra Presa. Aficionados contra Bukaneros. Aficionados contra Presa. Aficionados contra Jémez. Jémez contra aficionados… por lo cual «Queridos Reyes Magos, mi deseo es que vuelva la cordura a todas las partes». Porque de esta manera el único beneficiado es nuestro querido Rayo. Poniendo todos de nuestra parte volveremos a tener una fiesta en cada partido que juguemos en nuestra casa.