Estamos acostumbrados en los últimos tiempos a ver competir al Villareal por los puestos altos de la liga, además de presentar en duelos directos duras batallas a equipos como: F.C Barcelona, R. Madrid o Atlético de Madrid.

Guardada esta en la memoria de todos los aficionados al fútbol aquel equipo que vislumbro con su vistoso juego y que de la mano de Manuel Pellegrini llegó a alcanzar las semifinales de la Champions, viéndose apartado de la final por causa de aquel fatídico penalti errado por Riquelme a 2 minutos de la conclusión del partido. Amarga noche para un equipo que en aquellas semis del 2006 falló muchas y claras ocasiones de gol y que terminó de la forma más cruel posible. De todas formas el tiempo tiende a valorar las cosas de manera menos crítica y aunque aquella derrota fuera dolorosa es sin duda un hito en la historia del club el haber podido situarse entre los 4 mejores equipos de Europa del año 2006. Quizás esa forma de jugar del equipo, saliendo al toque desde la defensa y no rifando nunca un balón pudo si cabe haber creado un precedente en la filosofía del club. Intentando implantar ese estilo y esa forma de jugar en las categorías inferiores del equipo. Llevando esa base tanto a los más jóvenes como aquellos que se encargar de dirigir o de fichar futuros jugadores con un parecido tipo de perfil, teniendo como premisa el buen trato por el balón. Supongo que para un ajeno como yo, es muy difícil y atrevido de asegurar, pero de lo que estoy convencido en mi humilde opinión es que tras ese equipo con jugadores como Riquelme, Sorín, Forlán o Guille Franco ha habido un antes y un después en el club, cuánto menos a la ambición y a la fe en que si se trabaja bien, el éxito es más probable. El subcampeonato de liga en la temporada 2007/08bien podría ser una muestra de ello. Pero tras una década de éxitos y cuando ya se hablaba del Villareal como equipo grande, llega un inesperado descenso, debido a un cúmulo de despropósitos, plaga de lesiones, movimientos en el banquillo y una mala gestión por parte de la directiva. El club parece aprender rápido y a pesar de un comienzo dubitativo y de la destitución del técnico Julio Velázquez, se encomienda al experimentado Marcelino García Toral el objetivo de regresar a la primera división. El Submarino asciende como segundo clasificado y vuelve a primera como equipo revelación quedando sexto clasificado y con derecho a jugar la Europa League. El Villareal recupera parte de su estatus perdido con el descenso, se asienta nuevamente en la categoría y sanea sus cuentas. Ventas como la de Gabriel Paulista o Luciano Vietto permiten acometer los nuevos fichajes, alguno de ellos de cierto renombre como Soldado o Denis Suárez, otros gratas sorpresas como Aréola, Bailly o Bakambu los cuales no sólo aúnan juventud sino que también: seguridad bajo palos, capacidad en el juego aéreo y gol. Atribuyendo su parte del mérito a quiénes tomaron la decisión de traerlos al club.
Tiene mucho mérito lo del Villarreal, esperemos que consigan mantener el nivel durante la segunda vuelta y seguir luchando por entrar en la Champions League.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Será emocionante para la liga que mantuviese un pulso a los 3 de arriba
¡Muchas gracias por tu comentario!