La entrada de Arda Turan ha sido todo un balón de oxígeno para Luis Enrique . Con el fin de la sanción de la FIFA, el preparador asturiano ha podido alinear al mediocampista turco lo que ha supuesto ampliar el fondo de armario del equipo y generar competencia en los integrantes del once de gala. Rakitic e Iniesta ahora saben que si no están al cien por cien hay un jugador que les pude quitar el puesto.
La lesión de Rafinha provocó que Iniesta como Rakitic tuvieran que acumular más minutos de lo previsto y que no se pudieran hacer las rotaciones deseadas, sólo la aparición de Sergi Roberto lo ha podido paliar. Con la presencia de Turan se gana un elemento más de calidad que en sólo cuatro partidos ha demostrado que está perfectamente integrado en el ecosistema táctico de Luis Enrique.
El turco tiene una serie de características que hacen que su juego se amolde a la perfección al sistema del Barça. Por un lado, posee una calidad innata con el balón el los pies y una técnica exquisita en el último pase y el regate, virtudes que todo centrocampista del Barça debe poseer. Por otro lado, el truco tiene una gran resistencia física – aspecto adquirido a las órdenes de Simeone- lo que le convierte en un gran elemento dentro de la evolución del sistema de Luis Enrique, donde el despliegue físico de los mediocampsitas es esencial.
Turan puede ocupar los dos interiores pero también puede jugar de falso extremo. No tiene la capacidad de desborde de Neymar o Messi pero con su calidad puede empezar en la banda para acabar en el centro y ganar superioridad en el mediocampo. Si no acaba llegando ningún refuerzo, el turco puede ser una solución para dar descanso a los de arriba.
La polivalencia es una de las grandes virtudes de Turan, punto al que hay que sumar su buena compenetración con los componentes del tridente. Su buena sintonía con los de arriba unido a su calidad técnica pude propiciar que la MSN reciba una gran cantidad de pases de calidad de Turan siendo el equipo el beneficazo. Los buenos jugadores siempre se entienden y en el caso del Barça, se gana un elemento más aumentando la sana pero feroz competencia deseada por Luis Enrique.