Es una verdad indiscutible que la Real Sociedad es un nombre que va ligado a la historia de la Liga. 69 temporadas en Primera, octava en la clasificación histórica, y uno de los pocos equipos que han logrado ganar dos Ligas. Sin embargo la realidad del club en las últimas décadas no ha estado ni mucho menos a la altura. Salvo algunas excepciones como el subcampeonato del 2003, la Real estuvo años caminando por tierra de nadie en la mitad de la tabla hasta que se produjo el fatídico descenso, y ahora tras un par de buenos años en los que se logró puestos europeos, los donostiarras han vuelto a su ser. Desde que comenzó este siglo, los txuri urdin solo han logrado quedar por encima del décimo puesto en Liga en tan solo tres ocasiones. Mirando de este punto de vista uno podría preguntarse que tiene de especial la posición de la Real esta temporada, si por lo visto está al nivel de lo visto de los últimos 20 años. Pues porque precisamente este año era cuando se esperaba la consolidación de este equipo en lo mas alto. Manteniendo a gran parte de los jugadores que lograron el histórico pase a Champions hace tres años, con refuerzos que ilusionaban, y un entrenador de cierto prestigio como David Moyes (a pesar de su fracaso en el United), el equipo daba para soñar. Tal vez no para una cuarta plaza, pero si para pelear por Europa, en la cual la Real lleva muchos años sin dar un gran papel. De esta manera para el público de Anoeta ha sido un jarro de agua fría ver a su equipo a cuatro puntos del descenso tras 22 jornadas y ofrecer imágenes tan lamentables como la de Gijón hace unas semanas. ¿Como se explica que la plantilla mas cara de la historia de la Real no pueda mirar arriba u ofrecer por lo menos un fútbol mas atractivo? Acaso es el destino de este equipo.

A la hora de buscar culpables, claramente la plantilla es una de las principales culpables. Primero porque por mucho que los jugadores lo nieguen, la implicación de estos con Moyes era mas bien nula, como se pudo ver en el partido ante el Las Palmas en donde la Real se paseo como un muerto por el campo y que provocó el cese del escocés. De acuerdo, podría pensar uno, el estilo de Moyes no era el que mas favorecía al equipo y con Eusebio estarán mas cómodos. Y así fue por unas semanas. El equipo mostró otra actitud, y aunque  todavía no realizaba un gran fútbol, era un comienzo. Pero justo cuando la cosa invitaba a que la Real tuviera una temporada tranquila, llegó el mencionado 5-1 en Gijón en donde los vascos dieron una de las peores actuaciones de su historia. El partido contra el Betis, aunque fue una victoria, no hizo mas que aumentar las malas sensaciones al verse de nuevo la dificultad de crear ocasiones y la fragilidad en defensa. La de las últimas semanas y el nivel general ofrecido durante la temporada no es equiparable al valor económico de la plantilla, lo cual se hace mas doloroso cuando ves que tus vecinos de Eibar sacan mas con mucho menos. Para colmo, desde el banquillo no se perciben soluciones por parte de Eusebio el cual ya ha tomado varias decisiones difíciles de comprender tanto a la hora de hacer la alineación como a la de hacer los cambios.

Aunque hay varios jugadores a los que se pueden señalar, lo de estos es casi incomparable a la incompentencia mostrada en la dirección deportiva. El club ha pasado de traer a un entrenador sin experiencia como Arrasate, para pasar a uno contrastado como Moyes, y acabar con Eusebio, radicalmente distinto a los otros. Los fichajes han sido otro desastre, y salvo Bruma y Canales, la Real sigue teniendo que depender de los canteranos veteranos. Un ejemplo de esta mala gestión es como Vela tiene pinta de abandonar el club en verano por una cantidad ridícula, solo una temporada después de que se convirtiese en el fichaje mas caro de la Real. El mercado invernal ha sido otro varapalo para los aficionados que han visto como hasta tres jugadores han abandonado el club, que sumado a la lesión de Canales, han dejado al club con hasta cuatro fichas menos que cuando comenzó la temporada, mientras que no ha llegado ningún refuerzo. Tal vez esta situación no sería tan grave si la Real contara con el resto de sus efectivos, pero no es así. La Real sufre una plaga de lesiones totalmente inexplicable tanto en cantidad como en información ofrecida por el club. El ejemplo mas sangrante es el de Zurutuza, que lleva meses fuera de los campos de juego sin que nadie del club explique que pasa con una baja que debía haber sido según los primeros informes mucho más corta. Ahora, el rumor de que Agirretxe podría estar fuera por mas semanas de las esperadas han hecho saltar todas las alarmas ya que Imanol ha sido el jugador franquicia esta temporada y el que ha alejado a la Real de un ridículo todavía mayor.

De nuevo la Real ha perdido otra temporada y desde el club ya se manda el mensaje de intentar acabar lo mejor posible (o al menos no bajar) y ya en verano hacer los deberes. Pero esta ya es una historia muy repetida en San Sebastián en donde cada vez es mas difícil ilusionarse.