Más allá de un deporte, como es el fútbol de once contra once, u otras disciplinas deportivas, es un acontecimiento que debe servir como ejemplo, como ejemplo de educación, respeto y juego limpio. Unos valores a inculcar en generaciones futuras, unos valores fijos que deben erradicar y borrar del mapa la violencia del deporte. Una violencia que con el paso del tiempo, por desgracia, ha pasado a ponerse de moda entre aquellos que se hacen llamar «aficionados», y que cuya única afición, es la de manchar la imagen de un espectáculo como es el deporte. Una lacra que en algunos casos, ha llevado al extremo del temor, el temor de padres que no quieren llevar a sus hijos a los estadios para no presenciar algo que se ha hecho, por desgracia, demasiado cotidiano, y que para sus hijos no tomen como ejemplo la actitud de algunos bárbaros. 

¿Qué tal si dejamos de ver el deporte como una desgracia que vemos en las portadas de las noticias? ¿Qué tal si ponemos todos de nuestra parte para hacer del deporte un espectáculo más limpio? Hacer del fútbol, así como del resto de deportes, un rato de entretenimiento entre amigos, entre aficiones rivales, cuya única rivalidad existente sea aquella que es sana. Hagamos del deporte un espectáculo atractivo, un simple juego, contribuyendo a erradicar cualquier tipo de violencia, poniendo cada uno su granito de arena. Hagamos entre todos atractivo este deporte para los jóvenes y generaciones futuras, demostrando que es sólo eso, un deporte limpio.

Educación y respeto en el fútbol