Tan solo faltaba una jornada para alcanzar el sueño, una jornada o un partido decisivo entre 2º y 3º clasificado. Ellas ya habían hecho su trabajo en el encuentro del sábado ante el Oviedo y su público, ante una grada repleta de afición dando su aliento en el último esfuerzo, ya habían logrado una nueva victoria.

Tras 11 jornadas con el 2º clasificado, el Barcelona, a tan solo 1 punto de distancia después de haber logrado una amplia ventaja. Un pequeño resbalón metía el miedo en el cuerpo a falta de demasiados partidos por delante. Los 11 encuentros se convertían en 11 finales todos y cada uno de ellos, se vivían con intensidad, con emoción. En todos ellos las rojiblancas iban cumpliendo con su deber, derrotando a todos los rivales que trataban de interponerse en su camino. Encuentros más o menos costosos, con resultados amplios o bien teniendo que sacar las fuerzas de donde ya no quedaban para sumar los 3 puntos.

Su perseguidor no fallaba, no daba respiro a un Athletic que tenía que sobreponerse a diversos obstáculos a lo largo de la temporada. A falta de 1 jornada, miles de fantasmas sobrevolaron Lezama y la cabeza de las jugadoras, San Mamés, la última final de Copa disputada… Pese a ello, las leonas supieron mantener la cabeza fría y sufrir cuando tocaba, pero siempre, venciendo a sus contrincantes. E aquí la importancia del encuentro Barcelona – Atlético de Madrid. Las jugadoras se dieron cita en Lezama para seguir el encuentro que las podía dar el campeonato a falta de una jornada, y nada mejor que poder verse campeonas en su pequeño rincón. Nervios, tensión, miedo, pero sobretodo, esperanza de que este pudiera ser el año. El Atlético de madrid se adelantaba y el Athletic respiraba, toda una segunda parte por delante. El colegiado añadía 1 minuto y el marcador no se movía, las jugadoras lo veían cerca y llegó, el pitido final desató la locura en Lezama, las jugadoras no se lo creían, eran nada más y nada menos que CAMPEONAS DE LIGA!!

Y con el título se esfumaron de un plumazo todos los fantasmas del pasado, lo que en 9 años fueron lágrimas y tristeza, se convertía en alegría y felicidad, llanto, pero de alegría. Ya lo tenían, ya era suyo, 9 años después volvían a llevarse el campeonato, no un campeonato cualquiera, el 5º, coronándose así como el Rey de Ligas, seguido por Barcelona y Levante con 4. Un título que no es un título cualquiera. Con el paso del tiempo, serán conscientes de lo que han logrado, de la generación de la que han formado parte.

La prensa se despertaba con las leonas en sus portadas, empezaban a creérselo y si, ahora aparecían en las portadas locas de felicidad, no más lágrimas, no más malos momentos, ahora tocaba disfrutar del título. Una celebración a la altura de lo logrado, primero en Lezama, luego en Bilbao, la ciudad engalanada para la ocasión, las jugadoras por sus calles, sin Gabarra, pero con autobús. Porque la afición del Athletic no solo las apoyará con Gabarra, no fallarán, como no han fallado en ningún momento de la temporada.

Un título que sabe a gloria tras una dura y diferente temporada. Empezó con la llegada del nuevo técnico, quien cambió la actitud y las ganas de las jugadoras, sin duda, gran papel el suyo en este título. Muchas lesiones que afrontar, dudas, fantasmas en los momentos de debilidad, retiradas… todo ello superado, superado de la mejor manera posible. 9 años después, el Athletic vuelve a conquistar la Liga. La cuadrilla, el grupo humano. Como dijo Ainhoa, «no tenemos el mejor equipo, pero sí hemos sido el mejor equipo»