Alemania busca la Eurocopa que se resiste hace 20 años. La selección germana, campeona del mundo, cambió su estilo para ser una orquesta sinfónica con violinistas de lujo: Götze, Kroos, Özil y compañía. Sin embargo, Löw no ha renegado al estilo tradicional introduciendo en el once a jugadores físicos y tremendamente competitivos: Khedira, Muller y Mario Gómez. El combinado bávaro ya no dispone de laterales profundos, aunque la figura del crack que milita en el Wolfsburgo, Draxler, cada vez es más relevante. Junto a Schürrle son los dos hombres específicos de banda que ha incluido Löw para derribar las fortalezas defensivas.
Recaló en el Schalke 04 a los 8 años de edad y en este equipo dio el gran salto al escaparate internacional. Alberga cualidades notables el extremo alemán: velocidad, regate, visión de juego y gol. Futbolista más cercano al perfil de Reus, estrella del Borussia, realiza diagonales para eliminar rivales con el balón siempre pegado a la bota. Desborda con suma facilidad a los defensores y tiene una capacidad impresionante para definir jugadas. Posiblemente, el jugador más completo porque su polivalencia le permite ocupar diversos roles en ataque. Cifras goleadoras más que interesantes convierten a Draxler en futurible jugador de equipos aspirantes a ganarlo todo
Centrándonos en la selección alemana, representa una variante diferente a jugadores excesivamente horizontales: Kroos, Özil o Götze. Sus incorporaciones liberan espacios beneficiando a los enormes llegadores desde segunda línea: Khedira y Toni Kroos. Frente a Italia puede ser un gran antídoto para que los centrales italianos salgan de la zona de confort y muestren debilidades. Otra de sus funciones gira en torno a regalar asistencias para dos excelsos rematadores: Muller y Mario Gómez. Los otros centrocampistas alemanes cumplen la función de asegurar la posesión, Draxler mete la quinta marcha en la finalización de jugadas.
Draxler suma cualidades que le faltaban a la selección germana en la fase de clasificación: velocidad y gol. Por sus condiciones, probablemente eclipse a futbolistas como Messut Özil y busque las fisuras del muro italiano. Incluso a medida que avance el partido es factible que cambie su demarcación y jugará de mediapunta introduciendo a Schürrle en banda izquierda. Futbolista sobresaliente en diversas facetas del juego es argumento más que suficiente para acabar con la maldición de las últimas décadas.