Cada uno barre hacia su lado, eso está claro, y tras el debut liguero en Anoeta, mientras la prensa de Madrid alababa (con razón) el gran partido de los de Zidane, en Donosti saltaron todas las alarmas. De nuevo la Real Sociedad se presenta en la competición con una plantilla bastante costosa para los estándares realistas (los fichajes de Vela, Illarra y Rulli suman casi 50 millones euros, una cifra muy alta para un equipo que lleva dos años seguidos en tierra de nadie) y de nuevo volvió a ofrecer un debut frío. Obviamente no se le puede pedir a la Real que gane al Madrid ni aún con las bajas que tenían el domingo, pero si que se luche por ello. Sin embargo el conjunto de Eusebio se marchó del terreno de juego sin haber disparado ni una sola vez a portería, un logro que probablemente la Real jamás haya logrado en su estadio, y que probablemente ni el rival de Segunda B que al Madrid le toque en Copa pueda igualar. El Madrid solo tuvo que tener tensión en los primeros minutos ya que al ver la pasividad realista, no tuvieron problema para llevarse el triunfo jugando a medio gas. El gol de Asensio, celebrado por la sangre fría y calidad de este, no puede verse de otra forma que no sea un tremendo fallo defensivo que permite que un jugador reciba un pase de unos 50 metros solo y al borde del área y sin la excusa de que pillaba a la defensa saliendo. Esta imagen ha provocado mucha preocupación porque Eusebio (que ya lleva desde noviembre) apenas ha contado con caras este año, por lo que la excusa de la adaptación no es válida, y después de tantos meses no se ve una mejora sustancial del equipo.

Esta situación no es para nada nueva, ya que la Real lleva viviendo dos temporadas idénticas. Tras completar una primera temporada en Anoeta en donde cumplió el objetivo de entrar en Europa  por los pelos, Jagoba Arrasate se preparó para su segundo año en Donosti a pesar de los recelos de la afición que había visto que con él el equipo había ido de mas a menos. Con él la Real cerró su última participación en Europa con una vergonzosa eliminación en previa de Europa League la cual le había sentenciado como técnico, pero que la directiva no hizo oficial hasta la décima jornada cuando el equipo estaba en descenso. Con Arrasate fuera la Real confió en Moyes el cual sin un brillante fútbol salvó al equipo, pero sin llegar a convencer. Las esperanzas txuri urdin estaban en que tras una primera toma de contacto Moyes dejará su sello, pero cuando comenzó la primera temporada de Moyes se vio que no había ningún tipo de sello y de nuevo los pocos resultados se lograban por pequeños momentos de lucidez de las estrellas del equipo. De nuevo se repitió la fórmula. Moyes fue cesado cuando el equipo se estaba hundiendo en la tabla y Eusebio salvó el equipo sin demasiada convicción pero sacando mejores números del escocés, lo que animó a la afición a pensar que dirigiendo la pretemporada y conociendo a sus jugadores, este primer año completo de Eusebio llevaría a la Real a la ansiada tierra prometida de Europa, pero ya el comentado debut del Madrid ha devuelto el pesimismo.

No todo se puede culpar a Eusebio, ya que la actitud de varios jugadores ha dejado siempre que desear (en los últimos partidos de Moyes y Arrasate se echó en falta cualquier tipo de intensidad con la que salvar al técnico), pero sus planteamientos y decisiones son desconcertantes. A simple vista lo mas destacado es ver a jugadores como Oyarzabal (estrella y líder del equipo ahora mismo) jugando en posiciones distintas de los partidos de pretemporada, pero su barómetro a la hora de escoger a sus jugadores es realmente desconcertante. La presencia de Concha ante el Madrid (haciendo su debut en la Real y en Primera) en lugar de Vela puede ser mas o menos criticada, pero si Vela recupera el puesto el sábado en El Sadar (como parece que será) Eusebio habrá dado la sensación de que la presencia del joven jugador fue simplemente un «ataque de entrenador» o por lo menos que aún no tiene claras sus ideas. En la defensa Eusebio dejó fuera a Elustondo (indiscutiblemente el mejor defensa de la Real el año pasado, incluso por encima de Iñigo) para dar paso a la experiencia de Mikel. Cierto que el joven defensa había tenido algún problema físico, pero Íñigo llegaba mucho mas justo al partido y sin embargo jugó. Esta preferencia por la veteranía choca con su decisión de prescindir de Alberto de la Bella, el cual pusó rumbo a Grecia, para dejar pasó a Yuri y Héctor Hernández, a pesar de que el consenso general en Anoeta es que De la Bella era el mejor de los tres.

Este sábado en Pamplona la Real puede jugarse buena parte de la temporada. La afición lleva recelando de Eusebio casi desde su llegada y la actitud de la directiva que parece contentarse con ver al equipo entre el 9º y el 12º puesto, por lo que irse al parón de selecciones sin ninguna victoria sería un escenario muy peligroso para comenzar la temporada. Esta claro que no ganar no le viene bien a nadie, pero la afición de la Real ha saboreado Europa y está cansada que las grandes inversiones del club solo lleven a un fútbol mediocre. El aficionado realista está harto de estar harto y solo se le puede contentar con buen fútbol, no con mas excusas.