En el mundo empresarial nació una figura inmersa en el Departamento de Recursos Humanos conocida en términos coloquiales como agentes del cambio. Dichos agentes representan el carácter proactivo necesario para que las organizaciones funcionen correctamente. A nivel futbolístico, Real Madrid presenta nómina de jugadores fantásticos en zonas ofensivas, pero necesitaba imperiosamente «agente del cambio» para equilibrar el trabajo defensivo. Casemiro ha sido pieza fundamental ejerciendo funciones de «central» corrector, apagando incendios
en cualquier parcelo del campo y liberando de trabajo defensivo a los jugones.
La historia de Casemiro podría ser válida en cualquier superproducción de Hollywood. El sueño americano de triunfar en su pasión hace 24 años resultaba totalmente improbable. Dura infancia, penurias económicas, luchando cada día por encontrar techo donde dormir o saber si podría cubrir necesidades básicas. Frente a la tesitura poco optimista que le ofrecía su vida, trabajó y fue quemando etapas hasta llegar a la cima. Säo Paulo fichó al centrocampista brasileño cuando tenía 11 años, cada año fue creciendo hasta que sintió la necesidad de cambiar de aires. Por aquella época, Casemiro era fijo en selecciones inferiores de la canarinha. Brilló con luz propia en el Campeonato Sudamericano Sub-20 siendo el momento donde su nombre empezaba a sonar para equipos del viejo continente.
Tras el vacío que dejó la ausencia de Makelele, la galaxia blanca presentaba déficit de un jugador que fuera capaz de parar todas las amenazas rivales. Además, la tendencia ofensiva de Carvajal o Marcelo requiere de futbolista que haga coberturas para no sufrir contragolpes demoledores. Casemiro hace el «trabajo sucio» ganando más del 85% de balones aéreos, jugándose la integridad física en cada jugada. Sostiene a nivel logístico la medular ofreciendo más libertad en sus movimientos a Kroos y Modric. Su trabajo y pasión le han convertido de prescindible a totalmente imprescindible. Sin Casemiro sobre el césped, el Real Madrid encaja más goles y pierde presencia sobre el terreno de juego.
La importancia de los futbolistas en ocasiones tiene más repercusión cuando llegan las ausencias. Fuera de casa en momentos donde los equipos aprietan más resulta clave tener un «stopper». Todos los equipos de élite gozan de futbolista similar a este perfil ya que correr tras el balón forma parte importante del fútbol. Su baja coincide en el tiempo con su partido especial en la primera etapa vistiendo la camiseta madridista. Antes de conquistar la Décima, los pupilos de Ancelotti sufrieron frente al Borussia y empezó a dejar su huella el internacional brasileño. La vida sin Casemiro parece que no será la misma.
