Gabi y Koke durante un partido del Atlético.
(FOTO: elgoldigital.com)
Aprovechando otro parón de selecciones, es tiempo para valorar la situación de algunos de los equipos de nuestra liga. Uno de ellos es el Atlético de Madrid, donde podría surgir un nuevo debate: jugar con un doble pivote más ofensivo, con Gabi y Koke, como lo está haciendo Simeone desde prácticamente el inicio de esta temporada o volver al doble pivote más defensivo, con Gabi y Tiago, por ejemplo.
    Esta temporada a los rojiblancos parece que se le ha pedido dar un paso al frente en cuanto a que no solo se le exige ganar sino que además jugar bien, algo que por otra parte parecería normal tras varios años luchando por todos los títulos. Y Simeone parece que había encontrado la tecla para que ambos requisitos se cumplieran y fue colocando a Koke junto a Gabi en el mediocentro. Algo que al principio a todos les agradó, ya que el de Vallecas hace que el juego de los rojiblancos sea mucho más fluido y la conexión con los jugadores de ataque, mucho más eficaz que cuando ese mediocentro lo forman Tiago y Gabi.
    Sin embargo, se abre un debate a partir de los últimos resultados de los rojiblancos. Las últimas derrotas a domicilio en el Sánchez Pizjuán y Anoeta, la facilidad para recibir goles en los últimos encuentros, donde no se deja la portería a cero desde la visita a Rostov, y las palabras de Gabi este lunes en un acto, donde ha dicho que “con Koke en el mediocentro se genera muchísimo juego y dominio de balón pero a la hora de defender somos más frágiles” y que “hay que volver a ser más contundentes”, abren un debate sobre si Simeone tendría que volver al estilo que le ha llevado a la gloria estos últimos años (basado en una defensa muy sólida) o debería abogar por seguir intentando que el equipo domine más el balón pero sea mucho más fácil crearle ocasiones y goles en contra.
    Puede que en partidos en casa, donde el rival se echa más atrás, no es mala opción que Koke juegue en el medio para generar más fútbol e intentar abrir los pocos huecos que dejan las defensas pobladas de los rivales. Pero, en encuentros a domicilio donde el rival es más atrevido, Simeone sí podría estar siendo infiel a su estilo de juego para intentar agradar más al aficionado y lo estaría pagando con errores defensivos y pérdida de puntos.

    Con todo esto, quedan dos semanas para que veamos un nuevo planteamiento del técnico argentino y será ni más ni menos que en el derby madrileño ante el Real Madrid. Una nueva prueba para ver si Simeone vuelve a recuperar el gen del “cholismo” o si, por el contrario, sigue “guardiolizandose”, un estilo que por ahora está dejando luces pero también muchas sombras en la Ribera del Manzanares.