«Solo se vive una vez», decía una de las canciones más populares que se escuchaban allá por los años 90 en España. Una frase precisamente no podemos acuñar para los enfrentamientos europeos entre Atlético de Madrid y Real Madrid en los últimos años -afortunadamente y gracias a un Simeone que ha conseguido devolver al conjunto rojiblanco entre los mejores de Europa-. Sin embargo, estos enfrentamientos siempre han caído del lado blanco en la máxima competición continental. Y esta vez parece que volverá a ser igual después de la contundente victoria en el partido de ida disputado en el Santiago Bernabéu.
El 3-0 que encajó el Atleti parece ser una losa casi insalvable en el partido de vuelta. Un partido de vuelta que se disputará en el Estadio Vicente Calderón. Y a pesar de que nada más terminar el partido, desde el club ya se apelaba a la frase “Nunca dejes de creer”, lo cierto es que está realmente difícil la empresa. Sobre todo si la actitud es la misma que en el partido de ida. Solo se salvó un Griezmann que demostró que un crack mundial también defiende si el equipo lo necesita.
Pero llegado a este punto, lo cierto es que el partido del miércoles será la última historia que escribirá el Vicente Calderón en Europa antes de su destrucción. Por ello, es el día perfecto para, que aún sabiendo que es prácticamente imposible, todos los que allí ese día vistan una camiseta rojiblanca se dejen la piel tanto en el campo como en la grada para intentar el más difícil todavía. Porque, a pesar del resultado, es día de animar, de disfrutar, de cantar, de jugar, de emocionar, de divertirse…
Porque más allá del resultado final, hay que sentirse orgullosos y disfrutar con una sonrisa del último partido del Calderón en Europa, que esto sí que ya solo se vivirá una vez.